-Usted dejó Los Secretos en su tercer disco, Algo más, a principio de los 80, y ahora regresa para presentar a su grupo Ur&Gente. ¿Dónde ha estado metido todos estos años?

-Bueno, en realidad llevo diez años trabajando en la música, lo que pasa que no tengo manager y así es fácil pasar desapercibido. Sí he estado actuando en locales pequeños y ahora estamos en esta gira promocional. También me he dedicado mucho a trabajar en el estudio de grabación y a producir discos.

-Defina este último trabajo.

-Bueno, cuando empecé con Ur&Gente me hubiera gustado hacer más las cosas a mi manera pero no había posibilidad de hacer lo que yo quería. Ahora ya lo estoy consiguiendo y la verdad es que este disco debería ser el tercero, no el primero. Está funcionando muy bien y poco a poco se van viendo los frutos. Tiene un estilo simple, aunque muy en la onda de Los Secretos porque mantiene la misma forma de entender la música. Es una música más intimista, más personal, más tipo Bob Dylan. Está hecho con mucho corazón.

-Reconocerá que tiene tirón eso de haber sido fundador de Los Secretos.

-Claro, claro, pero es que han sido parte de mi vida y me siento muy orgulloso de ello. Yo fui quien los sacó adelante, lo que ocurre es que la vida sigue. Ahora canto todo lo que llevo dentro, pero también canto a Los Secretos, Antonio Vega, Bob Dylan...

-Usted abandonó el grupo en el momento quizás más dulce de la banda. ¿No ha pensado en retomar la idea?

-No fue del todo tan dulce, fue más bien complicado porque pasábamos por momentos personales muy delicados. Hubo muchos conflictos, muchos celos, hubo problemas con Enrique e incluso hubo rivalidades entre nosotros. Los comienzos fueron muy duros, era casi como un matrimonio multiplicado por cuatro. Dejó de gustarme porque yo estoy en la música para pasármelo bien y aquello me llenó de decepciones. Entonces éramos muy idealistas, estábamos muy manipulados y había mucho dinero de por medio. Al principio me planteé retomarlo, pero luego ya seguí con lo mío, como ahora.

-El lazo parece que nunca se rompe, de hecho en su nuevo disco colabora el teclista actual de Los Secretos, Jesús Redondo.

-Sí, es muy amigo mío. Hay canciones compuestas por los dos. Ésta es una banda abierta.

-¿Qué quiere ser ahora Javier Urquijo?

-Quiero seguir tocando canciones y vivir de esto, tranquilamente. Ya estoy de vuelta de todo y no me hace falta demasiado. La fama nunca me gustó.

-Debe ser difícil componer tendiendo como competencia las canciones de dos de los mejores compositores que ha tenido el pop español.

-Pues sí, pero me dije que si la gente viene a verme pues habrá que darle todo.

Lo cierto es que me tienen mucho cariño y lo pasamos, público y grupo, muy bien en los conciertos. Disfrutamos bastante.

-¿Qué cambiaría de los 80?

-Nada. Fueron muy divertidos.

-¿Qué le parece el panorama actual de cantautores, muchos de ellos influidos por Los Secretos, tal como reconoce, por ejemplo, Quique González?

-Es lógico, no me extraña nada porque fue un grupo que marcó una época y ha dejado mucha huella. Incluso hay grupos insospechados que también hacen sus guiños como El canto del loco.

-¿Y qué música escucha usted?

-Me encanta la música americana como Steve Dan, Billy Joel y Bob Dylan. Quizás parezca un poco antiguo pero es lo que me gusta.

-Se nota en las canciones de este disco, que distan bastante del pop fresco de las primeras composiciones de Los Secretos para ser más de ese tipo de raíces.

-Sí, están influidas por las raíces americanas. Y es que no sé hacer otra cosa que componer. La música debe ser auténtica y cuando me encargan canciones para otros, no las hago si no surgen. En este disco, por ejemplo, he sacado todo lo que llevo dentro y para ello he contado además con la ayuda del productor José María Guzmán.

-Y ahora, ¿está inspirado?

-En realidad, siempre estoy dándole vueltas. De cada 100 canciones que compongo, una sale adelante, las otras se quedan por el camino.