Fue una noche emocionante en la bodega San José de El Puerto. Quienes se ponían las pulseras del Monkey no llevaban indumentaria indie, sino que eran señores y señoras que habían pasado ya la barrera de los 60 años y volvían a encontrarse con los amigos de cuando tenían veinte. El programa de este Monkey 'vintage', una iniciativa de ciudadanos de El Puerto, comandados por Nicolás Terry, para homenajear a quienes realizan propuestas novedosas desde la ciudad, contaba con grupos que figuraban en los carteles del Náutico de Cádiz a mediados de los años 60. Y demostraron que estaban en buena forma.

La velada se inició con una mesa redonda en la que se sentó José González Hohr, de los gaditanos Abunais, que relató la amistosa rivalidad que en la época existía con los Simunds, mucho más duros que ellos, que iban más bien de los Shadows; Koki Ramírez, de los Radars portuenses, que explicó todo el ingenio que había que tener para agenciarse unas guitarras eléctricas -casi se electrocuta con la primera que se compró- que por entonces tenían precios astronómicos; o Julio Molina Font, que está preparando un libro con la historia musical de la provincia y que destacó el papel que tuvo la Base de Rota en la educación musical de estas bandas. Escuchaban las historias Jesús y César Guisado y Tali Carreto, organizadores del Monkey Week, homenajeados por sus mayores. Jesús Guisado reconoció que esta iniciativa les ha servido para ahondar en "una historia alucinante".

A continuación, llegó la hora de las actuaciones, arrancando Koki Ramírez en representación de los Radars y arrancándose como declaración de intenciones con una versión del Yesterday. A continuación fue la hora de los Simbroni, que reverdecieron pasiones sobre el escenario. "¡Qué voz sigue teniendo el Lele!", exclamaba admirada una seguidora del grupo de los viejos tiempos. Y luego los jerezanos del Club Cocodrilo, con una ración de melodías encabezada por el En forma, de Glenn Miller. Paco Loco y sus Jaguares de la Bahía enlazaron el pasado con el presente en una noche sin miedo al tiempo.