Cultura

La deslumbrante metáfora de la vida

EI mpresionante, espectacular, definitiva, con todo el máximo carácter, inquietante…, así hasta todos los adjetivos que a uno le ayude a calificar una de las más trascendentes exposiciones que este que esto les escribe ha contemplado en los últimos años.

Subodh Gupta es el gran artista indio de la actualidad, nació en Khagaul, una población campesina en la región de Bihar, en 1964; actualmente vive y trabaja en Nueva Delhi. Su reconocimiento es internacionalmente unánime y, ahora, llega de la mano sabia de Fernando Francés a presentar su primera exposición individual en España. Una muestra, comisariada por el director cántabro y que ha llenado de fortaleza visual, plástica, social y existencial los espacios de un Centro Contemporáneo de Málaga que, una vez más, se convierte en la estación término del mejor arte internacional que se expone en nuestro país. The imaginary order of things se compone de diecinueve piezas, esculturas, instalaciones, vídeos y pinturas que abren las perspectivas artísticas -también museográficas - de una obra que el creador hindú lleva a extremas consecuencias, quizás, auspiciado por el carácter social de la India, en el que se circunscriben muchísimos argumentos y registros, muchos contrapuestos y llenos de paradójicas situaciones.

Cuando el espectador entra en las salas del antiguo Mercado de Mayoristas de Málaga, se encuentra con un dispositivo escénico deslumbrante, una larguísima pared se haya, literalmente, cubierta de una inmensa estantería donde se estructuran, perfectamente alineados, una gran cantidad de utensilios de cocina, realizados en pulcros metales brillantes, plateados y dorados. En otra pieza, el autor llena una barca de tales enseres; convirtiéndolas, así, en motivo principal de un trabajo que nos transporta a un concepto de la existencia, a una problemática social del pueblo hindú, donde los contrastes son apabullantes y donde la realidad está más que mediatizada por la propia subsistencia; así, en otras piezas, los brillos de las vasijas dan paso a los materiales más sencillos y pobres con los que están confeccionados los ajuares de los humildes. La diferencia social entre parte de la sociedad urbana y la rural, se manifiesta en esta obra donde los elementos conformantes, esas piezas pulidas y las otras de barro cocido, son metáforas de una sociedad compleja donde la apariencia juega un papel importante, donde la realidad cotidiana del pueblo desarrolla un especialísimo rol y sirve para centrar una obra en la que lo conceptual, lo espiritual, lo social, lo humano, lo religioso, desencadenan motivos escénicos, metafóricos, plásticos y visuales para situar la realidad de una existencia compleja donde lo que se observa desde los cristales de las raybans de los turistas no tiene mucho que ver con la realidad de un pueblo casi fagocitado por la inmensidad del propio país.

Subodh Gupta, que trabajó en el teatro, nos planta una oferta formal deslumbrante, apasionante y llena de efectismos artísticos. Pero, al mismo tiempo, nos ofrece una lectura más íntima, en cuyos bellos renglones, a veces, inundados de poesía pura, se deja traslucir una realidad ambientada en lo cotidiano, en la sencillez de la vida -esos objetos domésticos que, incluso, cuando las personas se ven obligadas a buscar otros vientos más favorables, son transportados con ellas-.

De nuevo, Fernando Francés, nos sitúa en los caminos del mejor arte internacional, nos hace partícipes de una realidad artística diferente, realizada por un artista casi inédito en nuestro país y que, desde ahora, se encuentra perfectamente instalado en nuestro imaginario más íntimo.

Centro de Arte Contemporáneo MÁLAGA

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