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Juan Sebastián Coloma| Juez y escritor

“Se delinque más por amor mal entendido que por desamor”

  • Acaba de publicar ‘Quince historias de amor que no llegan a ninguna parte’

  • Juan José Téllez lo presenta a las siete de esta tarde en la Biblioteca Provincial

Juan Sebastián Coloma, en la hemeroteca de Diario de Cádiz.

Juan Sebastián Coloma, en la hemeroteca de Diario de Cádiz. / Lourdes de Vicente

Después de cuatro libros tramados al amparo de los claroscuros de la novela negra, el magistrado de la Audiencia Provincial de Cádiz Juan Sebastián Coloma (Zaragoza, 1966) abre ventanas y puertas y retoma la literatura en formato corto con Quince historias de amor que no llegan a ninguna parte (Ediciones en Huida. Colección Drelatos). El escritor, poeta y periodista Juan José Téllez lo presenta esta tarde, a las siete, en la Biblioteca Provincial.

–¿De qué tipo de amor hablan sus historias?

–Son historias de amor que salen mal o que no son las convencionales. Algunos relatos tratan de experiencias de gente normal y corriente que vive una historia clandestina o recuerda otra de su infancia. Y hay otros más inusuales que protagonizan personajes un poquillo más extraños: los amores del yonqui, del tonto del pueblo, de este tipo de personajes marginales o especiales, digamos que un poco frikis.

–En su trabajo oirá muchos testimonios de narcos, asesinos, estafadores dignos de convertirse en relatos... ¿Por qué un libro de historias de amor?

– Porque todo lo demás que había escrito era novela negra. Y tenía ganas de cambiar de tercio. Finalmente ha salido como ha querido salir. En realidad una parte de las historias tienen un toque, si no negro, sí emparentado con ese género.

–¿A dónde se supone que deben llegar las historias de amor?

–Esa es la gran pregunta. Porque hay que preguntarse si en realidad una historia de amor debe tener un final feliz o convencional o si no es mucho más romántica la que fracasa o que se queda simplemente en el proyecto. Ahí cada uno puede elegir. Con lo de llegar a algún sitio me refiero a las historias del cine, en las que siempre termina el chico con la chica y todo es fantástico. Yo he querido hablar de las que no son así, que son muchas, la mayoría, de hecho.

–Habrá conocido a quien haya delinquido por amor. Y gente para quien el amor se haya convertido en una condena...

–He conocido a gente que ha delinquido tanto por amor como por desamor. El amor es una de la pasiones que mueven a las personas. Y la pasión, llevada a sus últimas consecuencias, puede muchas veces arrastrar a contravenir la ley.

–¿Se delinque más por desamor que por amor?

–Se delinque más por amor mal entendido, creo yo. Ahí están los delitos contra la libertad sexual o los de violencia de género. Algo de esto último hay en algún relato de mi último libro, pero desde un punto de vista que hace que la historia no sea truculenta ni dramática... No he querido entrar ni en el morbo ni volver a la novela negra.

–Hay quien sostiene que el amor romántico y el matrimonio son inventos burgueses, fruto del capitalismo...

–El amor existe desde antes de la burguesía. El amor romántico es un invento medieval. Se lo puede llamar como uno quiera, pero siempre hay una serie de impulsos que son consustanciales a las personas. No me refiero sólo al amor romántico, sino también al cariño o a formar grupos. No creo que sea fruto del capitalismo. El amor como sentimiento es consustancial al hombre... El matrimonio es otra cosa...

–¿Es compatible el amor con el matrimonio?

–Bueno [ríe] Yo me casé una vez y la cosa no salió demasiado bien... pero supongo que hay gente a la que le va estupendo y lleva un montón de años casada...

–Hay quien opina que el amor sólo trae complicaciones...

–El amor trae complicaciones, pero también satisfacciones. Por cierto, la idea que tiene la gente del amor hace que se complique más de la cuenta. Muchos confunden la pasión inicial con el amor. Hay una fase inicial que es como una especie de fiebre. Y hay gente que es adicta y siempre la va buscando, como quien persigue una satisfacción inmediata. Pero no dura siempre. Hay personas que son adictas al enamoramiento. Pero cuando se consolida una relación o un matrimonio y siguen pensando así, eso está abocado al fracaso.

–Y aún así hay quien practica eso que llaman poliamor...

–Eso ha existido siempre. En nuestra cultura creo que es muy difícil porque la mayor parte de la gente creo que no está preparada para asumirlo. Siempre hay uno que se deja arrastrar por el otro porque no le queda más remedio. Pero bueno, para el que le vaya bien y pueda hacerlo, me parece fantástico. Cualquier opción aceptada por todos los implicados está bien.

–De todas las que conoce ¿cuál es la que le parece la más redonda, la más bella historia de amor? Vale una novela, un poema, una canción o un caso real.

–La verdad es que es complicado. Elegir la más perfecta no podría. Porque desde luego que hay historias de amor geniales. Sobre todo hay canciones que hablan de un momento. Por ejemplo, La Chica de ayer, de Antonio Vega. O una canción antigua de la que hizo una versión Bunbury... creo que de Janette... Frente a frente me parece que se llamaba.

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