En el prólogo a Serrat. Cantares y huellas (Editorial Milenio), Ismael Serrano desvela una de las claves de la mirada del autor de Poble Sec: Serrat -afirma- le otorgó a lo cotidiano el misterio de lo desconocido. "Yo destacaría también la ternura, que está muy implícita en las canciones de Joan Manuel Serrat -comenta el autor de esta aproximación a la vida y obra del catalán, Luis García Gil- , así como su capacidad descriptiva y fabuladora. Los cantautores utilizan poco la canción como elemento narrativo, pero en Serrat abundan los temas con estructura de inicio, nudo y desenlace. Es, además, capaz de crear personajes auténticos, con una mirada sociológica espléndida".

El que es segundo acercamiento de García Gil a la figura del cantautor -el primero fue Serrat. Canción a canción- cuenta con numeroso material gráfico, "a cargo, en su mayoría, de Juan Miguel Morales -indica García Gil-, que es también autor de la foto de portada. El libro tiene un cuadernillo central de fotos en el que se repasan las etapas de Serrat, y hay imágenes de sus actuaciones en Cádiz, a cargo de Fernando Fernández. Poca gente sabe, por ejemplo, que el concierto con mayor afluencia de público de los que se organizaban en el Cortijo de Los Rosales fue el suyo. Serrat acudió también varias veces al Pemán en los 80, e incluso actuó en el Teatro Andalucía en marzo de 1970, en un concierto en el que abandonó su repertorio y se puso a cantar la Milonga del solitario..."

Una relación, la del cantautor con Andalucía, tal vez "dejada de lado" en otras obras y que se ha querido resaltar en este título. Un título que nació con el objetivo de tratar de explicar al artista, su carácter y biografía a partir de su corpus. "Así me resulta mucho más atractivo -comenta su autor-. Generalmente, en Serrat ha pesado más el haber sido referente de una cierta generación que lo ha seguido y a veces traicionado, como él mismo dice. Pero aquí lo que más me interesa es ahondar en su obra: pocos hacedores de canciones en España ofrecen su nivel de calidad e intensidad. Aunque ligado a la canción protesta -continúa-, ha transcendido esta etiqueta porque su compromiso ha sido siempre más ético que político, al estilo de Jacques Brel".

Para García Gil, en la obra de Serrat se aprecia una "coherencia extraordinaria desde el primer disco hasta el último. Es muy complicado acercarte a Serrat y no sentirte maravillado por cómo su pensamiento va ligado a su manera de entender la canción y la vida -continúa el escritor-. El creador y la persona pública van de la mano. Nunca se ha guiado por el sectarismo, que sí ha manejado cierta izquierda: ha sido capaz de estar en un homenaje a Lola Flores porque realmente la admiraba, siempre ha defendido la copla, incluso en los años 70, ha cantado con Juanito Valderrama o con Raphael, al que siempre ha agradecido que dignificara la escena en España..."

En la cita de hoy en el Centro Municipal de Arte Flamenco -el libro también se presentará el próximo día 21 en Barcelona, donde contará con la presencia del poeta Joan Margarit-, Luis García Gil estará arropado por las palabras de Rafa Marín y la aportación musical de Miguel Poveda y Javier Ruibal -que interpretarán alguno de los clásicos de Serrat, probablemente, Romance de Curro el Palmo-. La actuación de Poveda ha sido posible gracias a "Carlos Gracia, un amigo común -comenta García Gil-. Va a ser, además, la primera ocasión en la que cantaor y cantautor compartan escenario, por expreso deseo del primero. Se habla mucho de la influencia de Serrat en artistas de ámbitos distintos a la canción de autor, y esta será una oportunidad de ver, de la mano de intérpretes de gran talla, hasta qué punto llega esa admiración".