No es difícil entender el porqué del momento tan dulce en el que se encuentra la creación artística andaluza. Desde hace unos para acá el espíritu de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, antes anquilosado, cambió radicalmente por unos horizontes que muchos profesores nuevos hicieron más diáfanos que los que, habitualmente se oteaban desde las aulas de las calles Laraña y Gonzalo Bilbao. Al mismo tiempo aparecían en la escena universitaria dos Facultades, primero la de Granada y, años después, la de Málaga. Ambas se nutren de un profesorado comprometido con la plástica actual, sabiendo lo que tenía entre manos y creyendo en el arte más inmediato. Todo esto tenía que eclosionar, a la fuerza, en una futura práctica poderosa en cantidad y calidad; lo que se manifiesta en la constatación de que muchos artistas andaluces copan los primeros espacios de la creación joven española. En la actualidad, las pocas instituciones que siguen apostando por lo artístico en esta época de pertinaz sequía y las, todavía menos, galerías que permanecen abiertas, presentan artistas de Andalucía que, dentro de su juventud, son ya una auténtica realidad y primeros espadas en plazas de categoría. Para atestiguar este hecho, sirva una breve relación de creadores andaluces que están presentes en espacios expositivos de nuestra comunidad y en muestras de verdadero interés.

PABLO CAPITÁN. Palacio de Condes de Gabia. Granada.

Después de aquella primera gran promoción salida de la Facultad de Bellas Artes de Granada, con tantos artistas de altísima categoría, hoy referencias absolutas del mejor arte, era difícil mantener los mismos planteamientos en hornadas futuras. Sin embargo, tras ellos aparecieron una serie de autores que continuaron, si no superaron, las buenas proposiciones que aquellos llevaron a cabo. Entre estos, el último en ganar la prestigiosa Beca Manuel Rivera de la Diputación de Granada, Pablo Capitán, que presenta los resultados del trabajo realizado en Alemania tras la obtención de la Beca. En las salas del palacio de la granadina Plaza de los Girones, Pablo Capitán recrea los estudios que el entomólogo Charles Valentin Riley llevó a cabo y los dibujos que sobre tales estudios realizó. El joven artista granadino incide en aspectos ilustrativos de los trabajos del científico y profundiza en los desajustes formales que se observan en algunas de sus ilustraciones, lo que plantean ciertas tensiones entre la realidad y la propia representación. Pablo Capitán provoca reacciones contrarias y abre perspectivas nuevas donde a lo meramente plástico hay que sumar discursos de otras disciplinas que él manifiesta en desenlaces abiertos de dispar naturaleza compositiva, creando infinitas posibilidades, siempre con la referencia de los trabajos del alemán como germen impulsor.

MARÍA ORTEGA ESTEPA. Galería Mecánica. Sevilla

Esta cordobesa es de las artistas andaluzas que ha experiementado una evolución más segura y con mayor proyección, con aciertos unánimente considerados -el último ha sido el Certamen de Artes Plásticas de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz- y proyectos expositivos de muy alta significación. Su obra, de pulcra estructuración formal, recrea una escenografía natural donde se desarrolla un microcosmos de originalísima composición que recoge yuxtaposiciones plásticas de variadas y atractivas connotaciones. Por sus obras transitan gran cantidad de elementos, pintados pegados a modo de collages, recreando algo más que una tercera dimensión y compilando materiales hasta crear un todo perfectamente acondicionado en un engranaje plástico de suma fortaleza visual. María Ortega asume su condición de artista valiente, con sabios planteamientos creativos, con una sensibilidad que se pone de manifiesto en cada trazo, en cada pequeño papelito que dobla para ser incluido en su obra, en cada numerito o pequeño y sugerente texto que introduce en el contexto de la pieza. Su obra se caracteriza por lo minucioso de su disposición, por lo festivo de una que, además, encierra las máximas experiencias y circunstancias. Entre estas, esa feliz representación de la naturaleza, que la artista ha acogido como vía para descubrir un universo de identidades y de manifestaciones que entroncan con su patrimonio personal, con su íntimo y cercano mundo que ella manifiesta con infinita espiritualidad.

JOSÉ GARCÍA PERERA. Sala Arteadiario. Jerez

Joven pintor onubense que ha alcanzado en poco tiempo importantes cotas dentro de una carrera que casi no ha hecho nada más que comenzar; llegando, incluso, a obtener el Premio Nacional de Artes Plásticas. Está en posesión de una iconografía muy particular en la que coches en desuso, arrinconados en chatarrerías, semihundidos, cubiertos de óxido y en marcado proceso de descomposición manifestación su identidad esquiva y a contracorriente. Sus obras están desarrolladas con contundente fortaleza plástica a base de un marcado expresionismo figurativo, de poderosas pinceladas pastosas, telas encoladas, determionantes grafías y abiertos desenlaces matéricos. Actualmente expone en la Sala del Diario de Jerez esa particularísima pintura que se nos antoja diferente y con unos elementos absolutamente atractivos y que muestran una realidad distinta a la habitual, en descomposición , con nuevos criterios identificativos y que conducen por espacios más hacia delante que los que la marada capta.

GLORIA MARTÍN. Galería Birimbao. Sevilla

Esta joven sevillana lleva años convenciéndonos con ese lenguaje particular que transcribe realidades puestas en escena desde una iconografía de mucha simbología que pone en escena una representación ilustrativa de una imagen que abre las perspectivas significativas y deja en suspenso el discurso normal de las concretas posiciones. La artista se vale de la imagen de objetos museísticos - la obra de arte como elemento simbólico forma parte de su inquietante trabajo - en un proceso determinado, en este caso como reflexión del objeto museístico descontextualizado. La exposición que se presenta en la galería sevillana responde al título El traslado de la imagen, haciendo referencia al concepto de museo vacío, de espacios a los que distintos hechos están desposeyendo de sus obras; algo que no es si no una metáfora de esa realidad tan drástica que, actualmente, en esta situación de crisis, está afectando cvonsiderablemente a la cultura. La obra de Gloria Martín desentraña posiciones ambiguas en las que ilustran escenas de evacuaciones de obras en periodos de guerra como ocurrió al Prado durante la Guerra Civil , al Louvre en la invasión nazi o, de manera, más cercana, el traslado de la Esperanza Macarena para ser resguardada de las extremistas barbaridades acontecidas en los años previos al conflicto español.

Valgan estos cuatro ejemplos para constatar el espléndido momento que mantiene el arte joven que se hace en Andalucía. Son sólo cuatro nombres -podrían ser muchos más - de los muchos que actualmente copan los espacios expositivos de nuestra comunidad. Ellos desarrollan una capacidad creativa importante que servirá para abrir estancias que serán definitivas en el transcurrir de un arte que, como en el caso de Miki Leal o José Miguel Periñíguez, tendrán su estación de tránsito en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, con exposiciones de fuerte calado. Pero esa será otra historia de próxima entrega.