La Feria del Libro de Cádiz de 2013, en su edición número 28, estuvo dedicada a Antonio Fraguas, Forges. El dibujante no sólo visitó la ciudad para participar en algunos de los actos organizados en el Baluarte de la Candelaria, sino que tuvo a bien ilustrar la cita literaria de la primavera con un cartel muy de su estilo en el que una pareja se arropa en una cama con un gran libro abierto y al amparo de un lema rotundo: "Leer, la otra forma de amar".

Uno de los actos centrales de aquella Feria del Libro, que tuvo en el cómic y en la literatura gráfica uno de sus ejes más importantes, fue una mesa redonda en la que el veterano Forges compartió vivencias con jóvenes humoristas gráficos gaditanos, como Mel y Martín Cabo, en una lúcida tertulia que fue presentada por otro experto en el mundo del dibujo, y también gaditano, José Luis Vidal.

"¡No me dejéis hablar tanto! Yo soy el pasado. Hablad vosotros que tenéis el futuro en las manos", cuenta la crónica de Tamara García que dijo Forges como una manera de entregar el simbólico testigo del humor gráfico a los dibujantes del presente y del futuro.

La conversación discurrió entre risas, como no podía ser de otra forma con esos participantes, y en ella se habló, entre otros asuntos, de la censura, del humor como terapia, de los límites de ese humor, del proceso de creación de una viñeta y de los personajes que unos y otros usan para lanzar sus mensajes.

Unos días antes, en una entrevista concedida a este periódico, Forges lamentaba "la incomprensión de casi todas las instituciones ante el fenómeno de la lectura y los libros".