Sólo lo que se entiende se valora y se respeta. Desde esta premisa, los arqueólogos Pepe Gener y Nuria Herrero (Tapeca), han desarrollado La arqueología que nos rodea: una serie de talleres pedagógicos en el entorno del parque de Varela. El emplazamiento, concebido como un pulmón verde de la ciudad y rodeado de colegios, se revela perfecto para llevar a cabo una actividad de estas características.

"Cuando quedan un tanto fuera del circuito histórico cultural de la ciudad, como es el caso de esta necrópolis y de la casa romana de Varela -comenta el arqueólogo Pepe Gener, gestor de la iniciativa-, los conjuntos arqueológicos terminan olvidándose, así que había que encontrar la forma de darle vida esas piedras".

"La arqueología -prosigue el experto- no sólo consiste en encontrar y resguardar, sino también en enseñar y dar vida. La propia estructrura de este parque y del conjunto nos permitía hacer recorridos cómodamente, y tratar la vida cotidiana y la funeraria".

De inicio, la propuesta, desarrollada a través de la Delegación Municipal de Cultura, puede abarcar a "2500 alumnos que se reparten entre los diez colegios de la zona, que nunca habían experimentado una actividad cultural entre estos restos", comentaba al respecto el concejal de Cultura del Ayuntamiento gaditano, Alejandro Varela. Las visitas, que comenzarán el próximo 17 de noviembre con alumnos de Argantonio, están concebidas para cubrir todo el espectro de edad, desde los tres años hasta los diecisiete.

"Aunque lleva abierto desde hace doce años -explica Nuria Herrero-, el conjunto de Varela nunca había acogido actividades de este tipo, y empezamos a dar vuelta a cómo podríamos llevarlo a cabo. En Tapeca llevamos tiempo trabajando en el entorno de Santa Catalina con talleres y rutas divulgativas sobre la época fenicia y romana".

La propuesta puesta en marcha desde Tapeca en La arqueología que nos rodea alivia, comenta Nuria Herrero, "una espinita clavada", ya que fue ella quien comenzó la excavación de la casa romana en Varela, labor que tuvo "que dejar a medias".

La naturaleza de los restos permitirá que los alumnos puedan realizar un recorrido por la "vida y la muerte" del mundo romano, en un paseo que va desde el siglo VI a.C. hasta el III-IV d.C. En la zona de la casa, a los niños se les disfrazará de romanos y se les contará un cuento de la periodista y escritora Aida R. Agraso, y jugarán con los distintos apartados de la vivienda. En el recorrido de la necrópolis, se realizará una gymkana que resolverán entre las tumbas.

"Sin olvidar -añade Nuria Herrero-, el Jardín Botánico, en el que iremos relacionando la función y utilización de las plantas en época romana y en la actual".

Tanto Herrero como Gener señalan que, además de la puesta en valor de los restos, la iniciativa pretende concienciar en torno al valor cívico del lugar, "tal vez haciendo un camino inverso, dando a entender a los padres a través de los hijos el valor de lo que tienen delante".