Cultura

El tiempo de espera para adquirir una entrada del Falla indigna al público

  • Pasión Vega, ‘La muerte y la doncella’, ‘Rigoletto’ y ‘El lago de los cisnes’ son las predilecciones del espectador gaditano

Las 12.00 de la mañana es la hora en que la taquilla del Gran Teatro Falla abre para ofrecer sus servicios al público. Las 14.00 el horario de cierre reglamentario y las 15.00, el momento en el que se puso el punto y final a una primera jornada de ventas de la temporada, en el que lo único que acaloró a los compradores no fue el fuerte sol bajo el que esperaban.

El interés por adquirir una localidad mediante el método tradicional, ya que la venta a través de  telentrada.com o de La Caixa también están contempladas, ha provocado que, desde antes de que se abriera la ventanilla, ya hubiera una larga cola.

Algunos de los motivos son la incapacidad de utilizar los medios alternativos o el pago de un porcentaje extra al hacerlo, caso de la compra por internet, como especifica Laura Gómez, una de los tantos clientes descontentos.

El tiempo aproximado de atención a cada persona era de unos 15 minutos ya que, ante tanta espera, David Martín reconoce haberlo cronometrado. Éste cuenta, además, que tras una transacción de sólo cinco minutos hubieron aplausos por parte de los congregados.

La opinión generalizada es que el fallo del sistema se encontraba en la escasez de taquillas abiertas. Sólo una, de un total de cuatro, estaba en activo.

Tras la marcha de gran parte de los presentes, los que tuvieron más paciencia se encontraron con la grata sorpresa de ser atendidos fuera del tiempo estipulado.

Pero la mañana aún dio para más reivindicaciones y es que al futuro público del Falla no le hizo gracia compartir espacio de espera con los trabajadores de las obras del teatro. Por su parte, obreros, como Francis Delgado, aclaran que a ellos tampoco les beneficia que la única zona por la que se vendan los tickets sea en la que desempeñan su labor, “pero hemos comprado las entradas para Pasión Vega los primeros”, declara entre risas.

No todo fue malo en esta jornada debido a que la cortesía hizo acto de presencia. Varias fueron las personas mayores a las que se pudo ver sobre sillas de playa, gracias a que otros compañeros de fila se las habían ofrecido. De igual forma, ante la falta de sombra que asolaba la plaza, el dueño de un bar cercano les puso a disposición una de sus sombrillas.

Con respecto a la predilección de los consumidores, el espectáculos de Pasión Vega ha conseguido, por ahora, cubrir en mayor medida el aforo de “la casa de los ladrillos coloraos”. El precio de oír en directo a la malagueña afincada en Cádiz, que oscila entre los 21 y 45 euros, es de los más altos de la programación y, a pesar de que este dato no impide que se sitúe en la lista de las más vendidas, sí que provoca declaraciones como las de María del Carmen Vázquez: “Pasión Vega es lo más caro que hay. Ella lo vale, siempre he ido a verla cuando ha venido a la ciudad, pero es lo más caro”.

La presencia clásica está siendo también aplaudida, en cifras de recaudación ya que, tras La muerte y la doncella; Rigoletto y El lago de los cisnes atraen más al público.

Unas 700 entradas fueron vendidas en taquilla, según confirmó el Ayuntamiento. Recuento que no incluye las localidades adquiridas por internet debido a que su baremo requiere 24 horas.

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