-Creo que es usted el ideólogo de esta 'Guerra'...

-Es cierto que era algo que se me ocurrió. Pero sólo eso, se lo comenté a Fermín (Muguruza), a Raül (Fernández, Refree) y a Nueve Ojos, un grupo de mapping y audiovisuales , y pin y pan, se pusieron a trabajar. Todo se desarrolló con ellos.

-¿Cuál fue el germen? ¿Un conflicto bélico, la lucha de clases, una guerra personal...?

-Ninguno en concreto. No quería centrarme en nada concreto, el tema creo que da bastante de sí y el hecho de que Fermín hiciera de ciudad y que se le pusiera delante un ejército pues me pareció una idea divertida y sugerente.

-¿Se vio alguna vez de soldado?

-No, y tal vez por eso lo hice, me gusta probar cosas que no he hecho, no tengo problema, al contrario, me va eso de ponerme al borde del precipicio. Es divertido.

-Y esta 'Guerra', ¿es divertida o va la cosa más de reflexionar?

-Lo que es reflexionar... Es que yo no soy muy reflexivo. Durante el espectáculo es cierto que la gente sí que se va riendo, pero de ahí a que salgan con una sonrisa... No es precisamente eso. Pero sí que te diviertes, yo me divierto y no puedo evitar dejar de hacer las cosas que me divierten.

-¿Es una 'Guerra' visible o invisible?

-Todas las guerras son invisibles. Fíjate ahora que sólo vemos la de Siria y no tenemos ni puta idea de lo que pasa allí. Imagínate las otras...

-Corríjame si me equivoco, usted es un ejército...

-Bueno, exactamente soy un pelotón de ayuda en una misión de paz. Está todo dicho...

-Ah, que existen las misiones de paz...

-Eso dicen... Aunque ahora las fuerzas de paz parecen que son las que más matan en este mundo. Aléjate de un ejército de ayuda humanitaria porque corres el riesgo de morirte de hambre.

-Decía antes que Muguruza es la ciudad, ¿cómo hacen sobre escena?, ¿es un diálogo o algo así entre ambos?

-Una especie de diálogo pero a través de las canciones, bueno, no son canciones propiamente dichas, a veces hablamos... Lo hemos planteado como un musical, hay alguna escena pero, básicamente, nos vamos contestando con canciones que van contando la dramaturgia y, no sé, es un poco desordenado pero nos entendemos y creo que se entiende.

-¿Refree es también un personaje o una alegoría?

-Pues sí... Hace como del número que está por encima de todos...

-¿El que maneja los hilos?

-Sí, algo así como el gran titiritero.

-¿Cómo ha sido la relación entre los tres?

-Genial, claro, o no estaríamos haciendo todavía esto, nos habríamos peleado. Es facilísimo trabajar con ellos porque son buena gente y porque sugieren cosas. Como ya te he dicho, al principio esto fue idea mía pero luego fue creciendo. La parte de Fermín está escrita por él, la música de Raül, luego también hemos ido mucho a remolque de lo que nos iban sugiriendo los vídeos... Cada uno, digamos, ha escrito su parte con la música de Raül pero luego todo ha ido confundiéndose porque lo que dice uno lo tiene que contestar el otro, así que ha habido que ir cambiando las réplicas de manera que ya no sé que versos son de Fermín y cuáles son míos. Le hemos dado muchas vueltas a todo para que todo el mundo estuviera cómodo. Y no es difícil cuando trabajas con gente que sabe lo que quiere decir y lo que puede hacer.

-Dígame la mayor virtud de cada uno, de Muguruza y de Refree.

-Fermín, el pobre, es de las pocas personas que todavía tienen razón, y ya quedan tan pocos que casi que al final no la va a tener, se va a quedar solo... Y Raül es un crack de la música, de hecho seguimos trabajando en más proyectos porque aporta tal cantidad de ideas conceptuales que podrías sentarte a su lado y dejarlo hablar todo el tiempo.

-¿Hay una guerra contra la cultura?

-Contra la cultura... Primero, no tengo muy claro que por hacer un espectáculo teatral esté haciendo cultura y, segundo, no siento que me tenga que proteger nadie, pero sí veo que cada vez molestas más.

-¿Y eso es bueno o es malo?

-Para mí no es muy bueno, te tienen ahí en el lavabo... Ya sabes, al fondo del pasillo a la izquierda... Pero, cada vez más, me da igual. Cuando hice la primera canción ya me di cuenta de que haría cien que no gustarían y dos o tres que sí.

-Y sigue en la brecha...

-Claro, no tengo nada mejor que hacer, si no me quedo quieto. También está bien cuando se te ocurre una idea, la vas comentando a la gente, la tocas, la gente viene y algunos aplauden y todo. Además, casi que no me acuerdo ya de cómo era mi vida sin esto. No me acuerdo de lo otro, de antes.

-¿Cuál es su guerra personal?

-No la puedo decir poque acabaría en la cárcel.