Que la Covid-19 paralizó al mundo, que continúa intentando despertar con diversas fórmulas, no es noticia. Pero conviene recopilar algunos datos para saber en qué medida han incidido las consecuencias de esta pandemia en nuestra ciudad. Y en el caso de las visitas a espacios culturales (en esta ocasión , los de gestión municipal) el daño es, y mucho, lo que conlleva que son los foráneos quiénes más se interesan por esta parte de nuestro patrimonio. Como ejemplo, el enclave más visitado de la ciudad tras la Catedral de Cádiz, el Castillo de Santa Catalina, que en todo este verano (julio, agosto y septiembre) no llega a las visitas totales que se hicieron en el mes de abril de 2019.

Y es que 23.347 personas han paseado durante este recién acabo estío por la fortificación que se levanta junto a La Caleta, mientras que 23.764 lo hicieron en abril del pasado año. Eso sí, para ser justos hay que precisar que fue el mes que más afluencia de público registró durante ese año.

Exactamente, los números de este verano indican que el Castillo de Santa Catalina recibió apenas 4.394 visitas en julio (14.238 lo hicieron en el mismo mes del pasado año), 11.436 en agosto (21.623 en 2019) y 7.519 personas acudieron en septiembre que no resisten la comparación con las 21.586 del año anterior. Es decir, si este verano 23.347 personas visitaron el Castillo, 57.447 estuvieron allí en el mismo periodo del año pasado.

La bajada de visitantes también se deja notar, aunque no de forma tan radical, en un enclave que en estos últimos años había remontado sus visitas poco a poco. Así, el Espacio de Cultura Contemporánea (ECCO) desciende a 4.011 visitas (1.252 en julio; 1.587 en agosto y 1.172 en septiembre) de las 7.878 del pasado año (3.142 en julio; 2.397 en agosto y 2.339 en septiembre).

El veterano Museo de las Cortes corre peor suerte. Y si el pasado año fueron 8.782 visitas en 2019 (2.218 en julio; 3.517 en agosto y 2.447 en septiembre), este año nos deja un verano con apenas 3.591 visitas (1.076 en julio; 1.656 en agosto y 859 en septiembre).

En el caso del Museo del Títere la sangría es menor ya que sólo pierde 1.830 visitantes aunque, cierto es, nos movemos en números muy modestos. Así, las comparativas resultantes son 360 visitas en julio 2020/1.410 visitas en 2019; 1.720 usuarios en agosto 2020/ 2.021 en 2019 y, muy parecidos los datos de septiembre en ambos años 1.380/1.859.

En el caso del Museo Taller Litográfico los balances entre un año y otro nunca terminan de ser justos pues es, sin duda, el espacio municipal que más abre y cierra durante el año. Así, si en 2019 no abrió sus puertas hasta el 14 de marzo, en este 2020 ha permanecido cerrado desde el estado de alarma hasta el pasado 22 de septiembre. Por que quede registrado, en esa segunda mitad de mes lo han visitado 99 personas.

Algo parecido ha ocurrido con el Baluarte de la Candelaria. Las obras de la sala de pilastras del pasado año, se ha unido al confinamiento a, actualmente, un estado de semivida, ya que sólo abre para una serie de conciertos de una promotora privada que, además, ha visto modificado su calendario.

Sí ha tenido sus puertas abiertas el yacimiento Gadir que este verano ha recibido, prácticamente, a la mitad de personas que el pasado verano, 5.795 en 2020 (1.498 en julio; 2.568 en agosto y 1.729 en septiembre) y 10.433 el pasado año (3.580/ 4.209 y 2.644).

El Torreón de Puertas de Tierra y la Galería de San Roque, recibieron, respectivamente, 1.737 y 2.474 visitas durante los meses de julio a septiembre de 2020. La comparativa, en estos casos, es imposible de hacer puesto que el pasado año no se facilitaron cifras de estos dos espacios.