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Cultura

El Salón Manga dobla las visitas de la pasada edición

  • Cerca de 6.000 personas se acercaron ayer a la inauguración del tercer espacio dedicado a los otakus y cultura japonesa que este año abandonó el Baluarte para instalarse en el patio del colegio San Felipe

Rina y Gaudi, de Slayers, la íntrépida cazadora de cartas Sakura, Tira de Soul Kalibur, los Village People (¿eh?), Luffy de One Piece, Catwoman, El Pingüino, Son Goku... Todos esperan, inquietos, la posición más vertical de las agujas del reloj. Alaridos. Dan las seis en la puerta del colegio San Felipe Neri, también disfrazada para la ocasión. En diez minutos entran más de mil personas y cuando el sol se recuesta, casi dormido, el contador roza 6.000 registros. Los organizadores están satisfechos. Doblan la cifra de la inauguración del pasado año ¡Irasshaimase! Como se diría en japonés. Bienvenidos al tercer Salón del Manga de Cádiz.

Juan Ignacio Pérez está que no cabe de felicidad aunque "muy cansado porque también hemos trabajado el doble que el pasado año", cuenta, entre sorbos al vaso de agua que sostiene en la mano. A nuestro alrededor un tropel de visitantes decoran sus brazos con sus nombres escritos en japonés, crean pequeños muñecos de lana llamados amigurimis, practican sus habilidades con los videojuegos, y charlan, y disfrutan, y lucen sus atractivas prendas escrutándose unos a otros tras sus melenas lacias perfiladas con cortes imposibles.

"Todas las actividades están teniendo muy buena acogida, incluso las nuevas, bueno, y los talleres. La gente está haciendo cola y no les importa esperar", se sorprende el presidente de AniRaise, la asociación organizadora del evento en colaboración con el Ayuntamiento de Cádiz y con el apoyo de otras firmas como El Corte Inglés o Diario de Cádiz.

Color, color y más color. El de los polos azul celeste de 75 de los socios de AniRaise que están repartidos por los 15.200 metros cuadrados del patio de San Felipe para atender a las visitas, el de la decoración a base de farolillos blancos y rojos que sobrevuelan nuestras cabezas, el de la amplia gama de vestidos de los imaginativos otakus, el de las paredes tocadas con dibujos para la ocasión, el del pabellón que alberga las mil y una maravillas del merchandising manga. Leviatan, Talisman, Freaks Paradise, Iman, Zerouno, Norma Editorial y Otakuland, entre otras empresas, se ocupan de ello desde sus diferentes stands.

Color, sí, mucho color. Y sin calor. El área de actuación es bien grande. "Esto está mucho mejor que el año pasado. Puedes ver las cosas con más tranquilidad, las actividades están mejor repartidas y hay buen ambiente", aseguran Leeico y Shiori, dos jóvenes gaditanos que también estuvieron en el Baluarte de la Candelaria durante la segunda edición del Salón.

Una melodía suena de fondo. Agudizamos el oído y el pegadizo ritmo nos conduce al escenario situado al fondo del patio. Más de un centenar de jóvenes se arremolinan en torno a las tablas donde cinco chicos les instruyen en las artes del Para Para. "Una especie de batuka que se baila en Japón y que es muy divertida", explica uno de los voluntarios de AniRaise. Y tan divertida, a juicio de las risas y los movimientos, simpáticos, de los jóvenes.

Y no tan jóvenes. Rafael Vera es uno de tantos padres que pasean por el Salón Manga acompañado de sus hijos. "Esto en mis tiempos no lo había por lo tanto entiendo muy poco de lo que ocurre aquí pero esto es muy distraído. Los niños se lo están pasando muy bien. Les han pintado sus nombres en el brazo, han estado en el taller de manualidades y están disfrutando muchísimo", dice al tiempo que una de las niñas contesta: "Y no será el único día que vengamos, ¿verdad?", pregunta suplicante. "Verdad", contesta, benévolo, Rafael.

La familia acaba de salir de la gran carpa que se levanta justo a la izquierda de la entrada del recinto. En su interior, niños y adolescentes juegan en diferentes tableros al Shogi y al Go, fabrican sus propios amigurimis, se inscriben en los talleres de cultura japonesa y, además, se enfrentan a un hermoso reto. "Estamos intentando que, entre todos los asistentes al Salón, podamos reunir mil grullas -unas pajaritas de papel que realizan allí mismo- para enviarlas al monumento de la paz de Hiroshima", relata, ilusionada, la concejal de Juventud, Carmen Sánchez.

Y es que las autoridades tampoco consienten perderse este primer día de aventura anime. Así, Sánchez y otros miembros del equipo de Gobierno como Ana Mestre, concejala de Enseñanza, Mercedes Colombo, concejala de Distritos, y la directora del Área de Familia del Ayuntamiento, Fátima Salaverry, dan una vuelta por el Salón acompañadas por el director del colegio San Felipe, Javier Anso, la relaciones públicas de El Corte Inglés, María Isabel Mora, y el director adjunto de Diario de Cádiz, José Antonio Hidalgo.

Mientras que el nutrido grupo escucha, atento, las explicaciones del presidente de AniRaise, un guerrero buscaba su espada, un niño de ocho o nueve años le explicaba a otro qué es un origami y una adolescente vestida de colegiala insta a su amiga a participar en el karaoke. El personal está relajado. Se respira buen ambiente.

En los espacios dedicados a los videojuegos (uno de ellos interactivo y otro tradicional) los aficionados hacen cola pacientemente. "Este año hemos tenido espacio para poner más monitores así la cosa va más rapidita", apostilla uno de los organizadores de la zona. Entre tanto, la cúpula de honor firma, bajo el seudónimo de su personaje manga favorito, en un gran rollo de papel que simula un pergamino japonés.

Los chicos que sujetan el papel están ataviados a la manera tradicional japonesa. "Lo que estamos haciendo son turnos de cuatro horas dentro del área que cada uno tiene asignada. Hay seis personas en información, cuatro por cada actividad más o menos, diez en la carpa...", enumera Juan Ignacio, que , junto con su equipo, trabaja desde el pasado miércoles en el montaje del Salón.

Todo el cansancio acumulado se disipa de un plumazo cuando mira a su alrededor. "Y aún hay que prepararse para mañana (por hoy) que será un día fuerte. Que yo sepa viene, por ejemplo, un autobús desde Dos Hermanas, entre otros puntos de Andalucía".

La fiesta acaba de empezar.

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