Sin ambages, sin artificios, sin pretensiones, Gonzalo Alcina dice: "Amo la música". El guitarrista, compositor e intérprete nació en una casa en El Puerto apuntalada con los vinilos de su padre, una casa donde la guitarra de su madre rodaba por las habitaciones, encontrando siempre su sitio en los brazos del niño Gonzalo. Gonzalo ama la música. Está en su adn sentimental, si eso existiera, por eso desde los 14 años comenzó a coquetear con distintos grupos y, unos años antes se inició en la composición. Gonzalo alcanzó el éxito con una de estas formaciones, Melocos, donde tocaba la guitarra, hasta su disolución el pasado año. Pero quien ama la música de la manera en que la ama Gonzalo, tarde o temprano, da un paso al frente, se enfunda un buen puñado de composiciones propias, se desnuda y sale al mundo: "Salir a la carretera sólo con tus canciones, eso es lo mejor".

Gonzalo hace camino con Vértigo y tranquilidad, que es el nombre de su primer disco en solitario pero también el resumen de las sensaciones que ha experimentado en este proceso de búsqueda. "Es la manera en la que he hecho este disco, las cosas que he sentido, porque emprender este proyecto me genera la tranquilidad de saber que estoy donde quiero estar pero, a la vez, sé que es un desafío, el de salir a la carretera con tus propias canciones, y eso pues también me genera una sensación de vértigo", explica el músico que, a partir de las once de esta noche, estará en el Che Passione, en su Valdelagrana natal, para presentar este disco.

Grabado en Madrid entre 2009 y 2014, producido por Josué Santos y mezclado y masterizado por Emilio Mercader, Vértigo y tranquilidad nació "gracias al apoyo de mucha gente", de todos aquellos que confiaron en el talento del artista que lanzó su proyecto en una plataforma de micromecenazgo. "Lo del crowdfunding también te produce vértigo, pues no sabes si la gente confiará o no en tu propuesta, pero, fíjate, al final superé las expectativas y recaudé más de lo esperado", se congratula el creador que reúne en este compacto once temas compuestos a lo largo de siete años. "Tenía muchos temas más pero quería que los que estuvieran tuvieran un sentido. De esta forma, el hilo conductor es como un viaje, un camino, desde Cádiz a Madrid pasando por Sevilla, las tres ciudades en las que he vivido. Cada una de ellas me aporta cosas diferentes pero se unen en una referencia al mar y al asfalto", resume el músico que, además, incluye "una escapada" muy especial en forma de canción. Se titula Gloria y está compuesta en Springfield (Missouri) durante un viaje, con la que un año después sería su esposa, por la mítica Ruta 66. "Hicimos allí la última parada para comprarme una guitarra del año 49. Gloria es esa guitarra y es muy especial porque fue un momento donde estaba bastante confundido, sabía que quería hacer un disco pero no sabía por dónde tirar. Comprar esa guitarra fue como un símbolo a decidirme, por fin, a empezar este camino. Y escribí la canción". Un tema lleno de metáforas, con aire country, y que Gonzalo canta en el disco a dúo con Virginia Labuat.

Gloria, una belleza de tema, es sólo un aperitivo de lo que se puede encontrar en este disco donde el verso, la palabra, cobra protagonismo, alcanza su máximo sentido, con unos arreglos musicales amoldados a lo que Alcina quiere contar. Que es mucho y bueno.

En el concierto de esta noche (luego vendrán Sevilla, Valencia, Madrid) se puede adquirir Vértigo y tranquilidad, además del merchandising que lo acompaña. También en su web gonzaloalcina.com