Cultura

Rosa Aguilar señala a su predecesor en el caso del Centro del Flamenco

  • Dice que Luciano Alonso debe ser quien explique por qué Luis Guerrero cobró como director

E.M. Cañas jerez

La Consejera de Cultura, Rosa Aguilar, se desvinculó ayer de cualquier responsabilidad en el escándalo relacionado con Luis Guerrero, el dirigente socialista malagueño que desde 2012 y hasta principios de este año estuvo cobrando unos 2.000 euros mensuales como director del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (CADF) sin ejercer como tal. Aguilar incidió en que esto ocurrió durante el mandato del anterior titular de la Consejería, Luciano Alonso, y puso especial énfasis en que, con las elecciones autonómicas, cesaron todos los nombramientos a dedo que se hicieron en este departamento.

Estas declaraciones las hizo en Jerez tras mantener una reunión con la alcaldesa, Mamen Sánchez, para abordar distintas actuaciones conjuntas entre Consejería y Ayuntamiento. Al ser preguntada por esta irregularidad, la consejera volvió a reconocer que el dirigente socialista no llegó a trabajar para el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco - "es un hecho objetivo", dijo- sino que formó parte del equipo de asesoramiento de su predecesor. Al respecto, dijo: "Había una persona que era eventual de libre designación por el anterior consejero que ocupaba el puesto de director del Centro Andaluz de Documentación de Flamenco pero que realizaba funciones de asesoramiento del consejero y que desarrollaba su trabajo en el Centro Andaluz de las Letras de Málaga; esta es la verdad". Por ello, insistió en que Guerrero cesó "a la par que el anterior consejero". Actualmente, el político malagueño es concejal en Alhaurín el Grande y miembro del pleno de la Diputación de Málaga. Mientras, Alonso ocupa su escaño como parlamentario por la provincia malagueña en la cámara autonómica.

Hasta en tres ocasiones se ciñó a esta descripción de lo ocurrido en torno al director 'fantasma' de este organismo dependiente de la Consejería de Cultura. Eso sí, el organismo autonómico sigue sin explicar por qué Guerrero cobró por un cargo y unas responsabilidades que él mismo reconoció que no sabía que las tenía. Al respecto, la máxima responsable de la Consejería de Cultura comentó: "La situación ya no acontecía cuando llegué. Es el consejero quien debe explicar en todo caso, las razones o los motivos". No obstante, se atrevió a plantear una 'hipótesis'. "Supongo que el consejero entendió que necesitaba un trabajo determinado que realizaba este señor y por eso lo nombró", aventuró. Pero tras esto insistió en la existencia de ese "hecho objetivo". "Es un puesto de libre designacion del consejero pero no es menos cierto que tenía la denominación del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco y no ha ejercido esa labor; ese hecho objetivo está ahí. Ha sido reconocido por la propia persona y hay que decir que desarrolló su trabajo en Málaga; desde allí trabajó para asesoramiento del consejero".

Por el momento, la Junta no tiene previsto nombrar al máximo responsable de este organismo ubicado en el Palacio Pemartín. "Por ahora no vamos a cubrirlo pero estamos analizando la persona que puede ser la más idónea", dijo. En este sentido, apuntó que se buscará a alguien vinculado al mundo del flamenco y que, por supuesto, "trabajará en Jerez".

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