La perfección de la imperfección, la dureza de la emoción, la fragilidad del dolor y el placer de hallarlo. Un desafío a la verdad y la fe absoluta en la mentira. Ésta es la búsqueda de Afectos. Ésta es la esencia del trabajo conjunto entre la bailaora y coreógrafa Rocío Molina y la cantaora Rosario la Tremendita. Un encuentro con la dualidad del alma y sus controversias que esta noche, a las nueves, se pondrá en escena en el Gran Teatro Falla dentro del programa del festival Cádiz en Danza.

Afectos se convierte en la pieza central de la presente jornada del festival y una de las propuestas más atractivas de su programación. Y es que Molina y la Tremendita se lanza a una reflexión basada en la lucha del ser y en la capacidad de hallar la sencillez, la naturalidad y la confianza a través de la existencia. Se trata de un interesante trabajo, tan dinámico como emotivo, donde el silencio, la vibración, las texturas sonoras, la estética, el sonido, la voz, la danza, o la escena recorren un camino de profunda búsqueda hacia el interior

Esta propuesta está construida sobre una estructura de varias piezas, viñetas, todas con imágenes y registros muy diferentes. La obra expone su propia investigación para llegar a conceptos como la imperfección, que de algún modo puede llegar a ser perfecta. Asimismo, se trata la incomunicación, desde su propio lenguaje, para mostrar el camino hacia la comunicación, pues es el principal acento de este encuentro creativo.

Pero antes de la puesta en escena de este montaje, el festival Cádiz en Danza propone dos espectáculos más para la jornada de hoy. Así, a las siete de la tarde en el Espacio de Creación Contemporánea (ECCO) Sara Martinet presenta Siège, mientras que a las ocho de la tarde Maura Morales estará en la plaza del Gran Teatro Falla con Wunschkonzert.

Siège es un lenguaje sin palabras, un diálogo ente "dentro" y " fuera". Una propuesta que busca superar los límites, desmitificar las contorsiones y acrobacias del bailarín al servicio de un personaje perdido trágico y absurdo. Así, se crea la unión entre el cuerpo y el objeto, una persona y una silla serán los protagonistas que se enfrentan a los límites del infinito hasta revelar un solo ser; absurdo, común y universal.

Por su parte, la bailarina y coreógrafa cubana afincada en Alemania nos presenta con Wunschkonzert a una mujer real, neurótica, obsesiva, solitaria, con una vida sin esperanzas y que lleva en sus espaldas el peso de su rutina y el único deseo de pasar desapercibida. Una mujer que, sin embargo, sueña y se dibuja su vida como le gustaría que fuera.