Cultura

El Rey, el vaquero y la red: luces y sombras de los Oscar

Hace unas semanas Charo Ramos, jefa de Cultura y sin embargo amiga, me pidió un artículo sobre las candidaturas al Oscar. Ciñéndome a las películas con mayor número de nominaciones -El discurso del rey (12), Valor de ley (10), La red social (8) y Origen (8)- concluía, dada la talla de todas ellas: "Una cosa es segura: ganará el buen cine. Póngasele después el apellido que se quiera". Entregados los premios creo que puede afirmarse que ha ganado el buen cine, con el apellido clásico o académico. Matizando que algún mamarracho se ha colado y alguna injusticia se ha cometido.

En lo positivo figuran los premios obtenidos por Colin Firth y Natalie Portman (actor y actriz protagonista, El discurso del rey y Cisne negro), Aaron Sorkin (guión adaptado, La red social), Toy Story 3 (animación), Wally Pfister (fotografía, Origen; aunque sus competidores eran todos formidables), Trent Reznor y Atticus Ross (banda sonora, La red social), Randy Newman (canción, Toy Story 3), Angus Wall y Kirk Baxter (montaje, Origen), Richard King (montaje de sonido, Origen) y Paul Franklin, Chris Corbould, Andrew Lockley y Peter Bebb (efectos especiales, Origen). En lo positivo meto también que el mamarracho pretencioso de Cisne negro se haya pegado el castañazo.

En lo negativo figuran las injusticias cometidas con David Fincher y los Coen. La red social y Valor de ley tenían más méritos que El discurso del rey -siendo ésta una gran obra- para ser elegidas mejor película y David Fincher para serlo mejor director. La interpretación del ganador a la mejor interpretación masculina de reparto, Christian Bale (El luchador) es pura sobreactuación, siendo muy superior la de Geoffrey Rush en El discurso del rey. Lo mismo sucede con la interpretación femenina de reparto, siendo muy superior la derrotada Hailee Steinfeld (Valor de Ley) a la efectiva Melissa Leo (El luchador). Como guión original, el de Christopher Nolan para Origen supera al premiado de El discurso del rey. Los premios a la dirección artística de Robert Stromberg y Karen O'Hara, y al diseño de vestuario de Colleen Atwood (Alicia en el país de las maravillas), me parecen injustos hacia sus competidores Guy Hendrix Dyas, Larry Dias y Doug Mowat (Origen); y Jenny Beavan (El discurso del rey).

Dicho lo cual he de añadir que no comparto el disgusto de algunos colegas ante el triunfo de El discurso del rey. Uno de ellos ha escrito: "No deja de ser una película correcta, muy bien interpretada y con un estupendo guión". ¿Pues qué más quiere? Los Oscar no son Cannes o Venecia. Como ya he dicho, y aún tratándose de una gran película, creo que La red social y Valor de ley son superiores; pero también que sus competidoras -sobre todo Cisne negro, Los chicos están bien y El luchador- son muy inferiores a ella. Con lo que la cosa queda equilibrada.

Desde que el Oscar a la mejor película lo ganó en 1975 la tramposa Alguien voló sobre el nido del cuco y en 1976 la hortera Rocky, la estatuilla ha premiado más faenas de insulsa corrección o mamarrachos que obras maestras o grandes películas, entre las que en los últimos 35 años sólo contaría Annie Hall (1977), El cazador (1978), El silencio de los corderos (1991), Sin perdón (1992), La lista de Schindler (1993), El Señor de los Anillos: el retorno del rey (2003), Million Dollar Baby (2004) y No es país para viejos (2007). El discurso del rey no figura entre las peores de las restantes 27 películas que lograron el Oscar. Tranquilos.

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