El ciclo Monkey Week 365 escenifica esta noche en la sala Milwaukee el imprevisto poderío de las mujeres en materia de pop y rock, voces contra todo pronóstico, el sexo fuerte se impone ante el ruido de fondo y rompe la baraja por unas horas. Charades, con mayoría femenina, y Cassettes, copado al completo por cuatro chicas portuenses, tocarán la luna sin más aspiraciones que divertir a la concurrencia, que no es poco. Los Charades regresan a la primera línea del pop con Revolución solar, disco más experimental y atrevido que las anteriores propuestas armónicas y atmosféricas del grupo nacido a la luz de este siglo en Madrid. Música elegante y luminosa que ha atraído a crítica y afición de igual manera, pop brillante y rock cósmico que recuerda a muchos y a nadie envidia. Gente con pocos prejuicios y mucha cultura popular que regala coros inmensos y piezas por descubirir. Psicodelia pop que ya causó una grata impresión merced al disco En ningún lugar y que ahora se renueva de cara a próximos desafíos.

Si en Charades militan tres mujeres, aportando detalles decisivos a la música del conjunto, las Cassettes de El Puerto son cuatro, a la manera de las Ronettes y demás figuras de la música vocal negra, vía Motown, que luego se extendió por el mundo entero con otras hechuras y géneros. Melissa, Nuria, Inma y Ana facturan canciones salvajes, "pop sucio" o algo así, heredero lejano de la new wave y el punk arrastrados por la marea de música independiente y, por supuesto, la raza negra madre de todos los ritmos bailables y también juiciosos del planeta. Guitarreras, divertidas, y muy conocidas en los ambientes musicales de la noche portuense, que vive un momento de efervescencia pese a la ley del silencio.