Cultura

'Retazos' de una vida contada por el profesor Hernández Guerrero

  • El catedrático de Teoría de la Literatura de la UCA presenta hoy su último libro, unos relatos editados por Regueira

Cuenta el profesor José Antonio Hernández Guerrero, catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, que en una de sus idas y venidas a la Universidad, hace ya diez años, encontró casualmente en la fuente de la Plaza del Mentidero de Cádiz unos papeles dentro de una botella rota. Esos papeles contenían una serie de pequeños relatos -aparentemente autobiográficos-, frases sueltas y dibujos que ahora se ha decidido a publicar de la mano de la editorial Regueira. Esta tarde se presenta el libro, titulado Retazos. Manuscritos encontrados en el Mentidero, en el Aulario La Bomba.

El propio profesor ha transcrito los textos encontrados. Algunos le ha sido muy difícil reproducirlos porque el papel estaba en muy mal estado, pero ha querido publicarlos porque le resultaron muy divertidos y, también, con el fin de descubrir al autor. "Ojalá esté entre los que asistan a la presentación. Al que demuestre que lo ha escrito, se lo entrego con mucho gusto. Ya he elaborado varias hipótesis pero aún no las he verificado", afirma.

Una de esas hipótesis es que el autor es un clérigo. José Antonio Hernández se apoya en el hecho de que "la mayoría de los relatos son en primera persona y casi todos los temas se refieren a la administración de los sacramentos. Pero no descarto que los haya escrito un ingenuo aficionado a la literatura, que ha puesto los relatos en labios de un narrador sacerdote".

Cada una de las historias del libro va introducida por una frase escrita sobre un dibujo. Según el autor de la obra, "algunas son fragmentos de cartas dirigidas a algún destinatario o destinataria que, probablemente, es único. No he logrado encontrar el nombre. Otros son pensamientos -no muy profundos ni siquiera excesivamente originales- redactados, por lo tanto, con procedimientos pertenecientes al género ensayístico. Los dibujos pertenecen al mismo autor y eran las páginas más deterioradas; desgraciadamente, debido al mal estado del papel que tuve que secar, no me ha sido posible reproducir la mayoría de ellos". Cuenta que para la articulación de los relatos ha seguido un orden cronológico a partir de algunas referencias indirectas. Las frases epistolares no siguen orden alguno.

Hernández Guerrero aconseja que se lea el libro como si fuesen cartas personales, porque "todos los textos se han escrito de una manera directa para transmitir confidencias a un destinatario explícito: hemos de leerlo en un clima de amistad, de amabilidad, de respeto y, por supuesto, de confianza".

Los relatos están redactados con tanto realismo y detalle que da la impresión de que se trata de anécdotas autobiográficas. Ante esto, el profesor comenta: "Los he leído y releído tantísimas veces y los he transcrito de tantas maneras, que podríamos afirmar sin exagerar que he vivido todas esas experiencias. La literatura, como he repetido muchas veces, es una manera de vivir más consciente, más intensa, más humana y más gratificante la propia vida".

El autor explica que ha publicado Retazos con una editorial de Jimena de la Frontera porque "en el acto de clausura del Club de Letras que celebramos allí en el mes de julio, tras contar algunos de los relatos, varios de los asistentes confirmaron que conocían los episodios narrados. Tuve la suerte de que uno de los presentes fuera el editor José Regueira que se ofreció generosamente para editarlos".

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