Ezequiel Romero y Jerónimo Salas, dos actores gaditanos, dos historias, dos vidas lejos de casa que se cruzaron al llegar a la universidad y que se han vuelto a unir, esta vez, en una experiencia inigualable en la que han puesto a prueba su valía como profesionales actuando a escasos metros de los espectadores, en unas pequeñas salas a las que llaman 'Microteatro por dinero'. Para Ezequiel "este teatro impresiona,no sólo al público, sino también a los actores por la cercanía que tienen con el público en las representaciones".

Una carnicería antigua situada en la madrileña calle de Loreto y Chicote, es la sede de los 'microteatros', una idea original y divertida para disfrutar de una agradable velada que combina una buena obra de teatro, que ha sabido adaptarse a los bolsillos de los españoles, con un bar donde poder tomarse unas tapas. Sí, unas tapas, y es que las salas de teatro se encuentran en el sótano del establecimiento y encima de las mismas se sitúa el bar en el que poder tomar unos aperitivos entre una actuación y otra, "es muy dinámico y entretenido para salir", asegura Ezequiel. Las representaciones tienen una duración aproximada de quince minutos y un precio muy reducido entre los tres y cuatro euros. Sin lugar a dudas, este es un lugar idílico y asequible donde vivir una experiencia totalmente diferente e inolvidable en la vida nocturna madrileña.

Ezequiel Romero, joven jerezano de 26 años, ha participado en dos de estos microteatros: uno para adultos llamado La guerra de los grumos, de Javier y Sofía León, cuya sipnosis presenta un desternillante conflicto civil entre los partidarios del Cola-Cao y los del Nesquik. Una representación en la que también participó su compañero Jerónimo (natural de Olvera). La obra fue llevada a escena en el pasado mes de julio. El actor asegura que "teníamos miedo porque la gente se iba de vacaciones" pero al final, " el público se enteraba por el boca a boca de las funciones y las salas de teatro estaban siempre llenas. Estamos muy contentos con la acogida", comenta el jerezano. Ejemplo de ello son las seis funciones que hacían al día, "eran funciones muy seguidas", comenta Romero, por lo que al final de la jornada "estabamos agotados".

Los microteatros están teniendo muy buena acogida en la capital madrileña, y ya han surgido otros tipos de compañía con este nuevo formato teatral. Ezequiel Romero explica que por "el precio de una gran representación, puedes disfrutar de varias buenas sesiones de 'microteatro', asegurando que la creación de este tipo de puesta en escena ha sido gracias a la crisis, "son proyectos surgidos en tiempos de crisis", argumenta.

Por otro lado, Ezequiel también ha hecho 'microteatro' para niños con la pieza La fábula de Andrea la valiente. Éstas obras están destinada a niños entre los tres y los trece años. Además, hay 'microteatro' para bebes. Las obras infantiles se representan durante la temporada escolar, permaneciendo paralizadas en verano.

Ezequiel Romero comenzó su andadura profesional en su tierra natal, Jerez, donde estudió teatro. Más tarde se marchó a Madrid para ir a la universidad y se licenció en Comunicación Audiovisual, al igual que su compañero Jerónimo,que según Ezequiel "es actor cien por cien y ha hecho alguna que otra película". A diferencia de su amigo Jerónimo, Ezequiel se ha centrado más en la dirección, en los medios audiovisuales y la edición, entre otras muchas modalidades. Además, también estudió fotografía.

Han pasado aproximadamente ocho años desde su partida a la capital, donde ha realizado innumerables trabajos, encontrándose actualmente volcado en su nuevo largometraje Nova. Ezequiel Romero es director y protagonista de este proyecto, que se presentó en la última edición del Festival de Málaga celebrado el pasado mes de julio. Un original y duro trabajo que "fue rodado en veinticuatro horas ininterrumpidas y de forma improvisada" comenta el actor gaditano.

La iniciativa madrileña podría realizarse en otros puntos de la península, como por ejemplo en Cádiz. Una idea que le encantaría llevar a cabo a Romero, quien asegura haberle sugerido el plan a uno de sus antiguos profesores de teatro que tuvo en Jerez.

Una experiencia de este tipo en Cádiz sería "muy original", asegura Ezequiel Romero, que daría un cambio radical a la ciudad. Un teatro joven y asequible en el que poder disfrutar de uno de los mayores placeres de la cultura: el teatro.