Cultura

Pintura de la palabra o poesía de la imagen inspirada en la naturaleza

  • 'Jardín salvaje' es el título de la muestra que ayer se inauguró en el Castillo de Santa Catalina, de la mano del pintor José Ganfornina y la poeta gaditana Mercedes Escolano

La máxima que un día acuñó Leonardo da Vinci sobre la simbiosis entre pintura y poesía es la baza en la que se sustenta la muestra Jardín Salvaje, que ayer se inauguró en la sala de San Nicolás del Castillo de Santa Catalina.

Entre los muros de la fortaleza pueden verse un total de 58 piezas entre obra plástica -dibujo y pintura-, del pintor malagueño José Ganfornina, y poesía, de la poeta gaditana Mercedes Escolano, en una mágica fusión planteada formalmente en dípticos o trípticos donde se entrelazan en una sola pieza sendas expresiones artísticas.

Se trata de un proyecto conjunto que comenzó a gestarse al hilo del libro de poemas que la gaditana escribió bajo el mismo título que hoy da nombre a la muestra, Jardín salvaje, en una alusión metafórica al concepto más global y genérico de la naturaleza, "tanto natural como domesticada", puntualiza Ganfornina.

Todos los elementos de la tierra confluyen en este juego artístico que se planta ante el espectador, donde la naturaleza se erige como la gran musa que inspira a los artistas en sus procesos creativos.

Escolano, por su parte, como poeta de imágenes, y Ganfornina, por la suya, como pintor de palabras, han realizado un trabajo conjunto, aunque independiente a su vez. "Empecé haciendo ilustraciones de los poemas que ya estaban escritos, y Mercedes también se ha inspirado en mi obra para escribir los poemas", explica el creador malagueño sobre el proceso.

La empatía que desde siempre ha despertado la naturaleza en este autor ha facilitado este trabajo que ha fluido entre "la tierra, el aire, el fuego, el agua, el sol, cuevas, montañas, ríos, arroyos, bosques y paisajes naturales de la Bahía gaditana", comenta Ganfornina. Y es que la poeta gaditana centra una parte de su obra en el mar y el paisaje de la tierra. Temática que nunca había abordado en su carrera Ganfornina, pero que finalmente ha llegado a buen puerto, y a un idóneo espacio expositivo. "La obra combina perfectamente con la arquitectura de Santa Catalina", comenta, orgulloso, del resultado.

Por su parte, Mercedes Escolano ha explicado que mientras "las imágenes ilustran y visualizan los poemas, las palabras interpelan y enriquecen la interpretación de las imágenes". Un Jardín salvaje, añade, que juntos presentan "ya edénico y primitivo, ya humanizado y moldeado por los sentimientos".

Una fusión que según Escolano certifica que, efectivamente, a lo largo de los siglos, muchos artistas plásticos y poetas se han relacionado, influido e inspirado mutuamente, "entendiendo que poesía y plástica no son categorías antagónicas, sino complementarias y fecundadoras entre sí".

De las 58 obras que la integran, 13 son pinturas, 18 dibujos sobre papel y 27 poemas, montados a modo de cuadro imagen en diferentes formatos.

El conjunto de la muestra, que ya se expuso previamente en Rincón de la Victoria -Málaga-, llega ampliada, pues se trata de un trabajo dinámico al que continúan dando vida, y con el que pretenden exponer en nuevos puntos de Andalucía y del resto de España, como Sevilla o Madrid. "Aunque esto ya responde a un proyecto a largo plazo". De momento comienza su andadura en Cádiz, donde el pintor expone por primera vez, en uno de los emplazamientos que recibe mayor número de visitantes.

Dibujo, pintura y poesía Castillo de Santa Catalina, de Mercedes Escolano y José Ganfornina. Puede verse hasta el 13 de abril.

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