El coliseo portuense Pedro Muñoz Seca vuelve a levantar su telón para dar paso a una nueva temporada teatral. Y lo hace con una obra grande, Todos eran mis hijos, de Arthur Miller, interpretada por Carlos Hipólito, Gloria Muñoz y Fran Perea, que a partir de las nueve de la noche pondrán en escena la primera de las piezas maestras de uno de los grandes autores del teatro contemporáneo.

La expectación es máxima entre los ciudadanos y, aunque aún quedan algunas localidades disponibles, se espera que el día de la función se cuelgue el cartel de "no hay billetes". Máxime cuando elpasado miércoles el trabajo de dos de sus protagonistas -Hipólito y Muñoz- fue recompensado con el Premio de la Unión de Actores. Esto confirma que nos encontramos ante uno de los acontecimientos teatrales de la temporada.

Claudio Tolcachir (La omisión de la familia Coleman) dirige con mano maestra a los nueve actores, entre los que destaca un soberbio Carlos Hipólito, a lo largo de un texto que nos hace volver a cuestionar los valores más básicos de una sociedad que parece haberlos olvidado hace mucho.

Ambientada tras la Segunda Guerra Mundial, Todos eran mis hijos recrea la historia de una idílica familia americana en la que la muerte de uno de los hijos desata una trama que descubre la verdad de todos sus personajes en un debate entre el dolor, el amor, y la moral, y donde denuncia el cinismo de las empresas armamentísticas. Estrenada en 1947, con esta obra el dramaturgo Arthur Miller recibió el Premio de la Crítica otorgado por el Círculo de Críticos de Teatro de Nueva York.