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Cultura

Las Orquestas Juveniles venezolanas, Príncipe de Asturias de las Artes

  • Se trata de un proyecto de formación musical creado hace treinta años y dirigido a las poblaciones con menos recursos

El Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008 fue otorgado ayer al Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV), creado hace 30 años por el compositor y economista José Antonio Abreu, informó la Fundación Príncipe Asturias.

El jurado, presidido por José Lladó Fernández-Urrutia, dijo en su fallo que el sistema ha "combinado, en un mismo proyecto, la máxima calidad artística y una profunda convicción ética aplicada a la mejora de la realidad social".

"En colaboración con primeras figuras de alcance universal, el sistema creado por el maestro Abreu ha formado a directores e intérpretes del más alto nivel, a partir de una confianza audaz en el valor educativo de la música para la dignidad del ser humano", subrayó el jurado.

Fundado por José Antonio Abreu en 1975, el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela se ha convertido, según la Fundación, en "un excepcional movimiento social y educativo para la difusión del arte".

El sistema ha contado con la participación de 15.000 profesores de distintas nacionalidades y ha impartido clases a más de 600.000 jóvenes y niños en Venezuela, en un proyecto dirigido especialmente a la población de menores recursos. Actualmente está integrado por 120 orquestas juveniles y 60 infantiles.

José Antonio Abreu nació en Valera, en el estado venezolano de Trujillo, en 1939. Estudió en la Escuela Superior de Música José Angel Lamas de Caracas, y en 1975 asumió la dirección de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.

Abreu ha sido designado delegado especial de la UNESCO para la promoción y difusión del proyecto venezolano por todo el mundo.

La candidatura fue propuesta por Fernando Masaveu, presidente de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, y contó con el apoyo, entre otros, del músico Daniel Barenboim y el secretario general Iberoamericano Enrique Iglesias, la Royal Philarmonic Orchestra de Londres o el Orfeón Donostiarra.

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