Rojo y negro

Novela negra mejicana

  • Elmer Mendoza, III Premio Tusquests con 'Balas de plata'

Elmer Mendoza (Culiacán, México, 1949) pasa por ser uno de los primeros escritores en convertir el narcotráfico, y toda la marea de violencia y corrupción que lleva aparejado, en materia literaria. Un prestigioso jurado, integrado por Juan Marsé, Almudena Grandes, Jorge Edwards, Evelio Rosero y Beatriz de Moura, le ha otorgado en III Premio Tusquets Editores de Novela por su última obra: Balas de plata, en la que ahonda en ese mundo de crímenes y pasiones que tan bien ha sabido reflejar en otras novelas.

Mendoza opina que la sociedad está cada vez más acostumbrada a la violencia. Sin embargo, en esta novela, protagonizada por un depresivo y sentimental policía llamado Edgar Mendieta al que apodan "el Zurdo", la barbarie se nos presenta como algo cotidiano, aunque no como algo tolerable. El escritor asume su papel de testigo de excepción sin ponderar los hechos y sin banalizarlos. Para Mendoza, que tras recibir el III Premio Tusquets dijo que aspira a que sus lectores "teman morir antes de terminar el libro", parece que lo importante es meter la pluma en la llaga y dejarla abierta para que cada uno juzgue la profundidad y la gravedad de la misma.

No obstante, por encima de reflexiones sociológicas, Balas de plata es una magnífica novela policíaca que engancha y seduce, pese a que lo intrincado de su lenguaje, sacado directamente de los bajos fondos del México profundo, ponga algún que otro escollo al lector, que los supera con ganas y con un poco de paciencia.

Pero este uso descarnado de las palabras y una estructura narrativa heredera del leguaje audiovisual del cine y, sobre todo, de la televisión son, precisamente, los elementos que dan frescura y modernidad, ironía y actualidad a esta historia negra de amores arrastrados, asesinatos, venganzas y traiciones que termina hablándonos de los temores y demonios de un hombre sólo que deambula por la ciudad en busca de si mismo con los Tigres del Norte, los Rolling Stone o la mismísima Rocío Dúrcal como música de fondo.

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