Cultura

El Museo languidece ante la falta de dinero para afrontar su reforma

  • La última ampliación sigue parada Bellas Artes y el Arqueológico de Sevilla tienen prioridad Hacen falta obras puntuales en el centro

La reapertura del Museo Arqueológico Nacional en Madrid, tras una larga y profunda reforma de sus instalaciones que han costado varios años de trabajo y una inversión superior a los 60 millones de euros, se ha convertido en la envidia de numerosos centros públicos repartidos por todo el país y que necesitan, en algunos casos de forma urgente, de importantes obras en sus instalaciones.

El final de los trabajos en el Arqueológico de Madrid no va a suponer que corra la lista de candidatos. El Ministerio de Cultura tiene cerrado el grifo inversor desde hace unos años, escudándose en los recortes presupuestarios provocados por la crisis económica. El gasto cero ha ido acompañado, además, con la aprobación de escasas partidas para el mantenimiento de los edificios que, en el caso de Andalucía, son gestionados por el gobierno autónomo, que tampoco dispone de dinero para este tipo de inversiones. Todo ello lleva a la decadencia en buena parte de estos equipamientos culturales, empeorando la situación de muchos de ellos hasta el punto de que en algunos casos se está a punto de atravesar la línea de no retorno entre una actuación costosa pero factible y otra demasiado elevada como para ponerla en marcha.

El Museo de Cádiz lleva años esperando la ejecución de la tercera fase de su remodelación. Ya hay proyecto de obra y un completo plan para su desarrollo museístico. Esta última fase es esencial para modernizar todo el edificio y su concepto como monumento además de para integrar en el mismo nuevas salas procedentes de la ampliación a través de la antigua Escuela de Bellas Artes.

Expertos en el sector consideran que el Museo de Cádiz aún va a tener que esperar un largo tiempo antes de afrontar esta ampliación tan necesaria. Se afirma que tanto para el Estado como para la Junta hay dos proyectos más prioritarios: las reformas de los museos de Bellas Artes de Sevilla, pendiente de ampliación, y el Arqueólogico, que está en una situación muy grave. Además, se constata que con motivos de los actos del bicentenario de la Constitución de 1812 se abrió la Casa Pinillos, como anexo al Museo, aunque también es cierto que el edificio no está cumpliendo la misión que se le había dado, limitándose a ser un contenedor de exposiciones a la espera de que se apruebe el proyecto museístico cuya ejecución está en manos del Ministerio de Cultura.

Quienes conocen lo que hay que hacer en Cádiz calculan que la inversión necesaria rondaría los 15 millones de euros, aunque estas cifras tienden a incrementarse una vez en marcha las obras. El nuevo Museo Arqueológico de Madrid ha pasado de los 60 millones mientras que el proyecto que necesita el de Sevilla implica un gasto de 31 millones de euros, el doble que en Cádiz.

Mientras se espera y desespera, lo cierto es que el Museo de la plaza de Mina necesita una actuación de urgencia. Aunque el proyecto de Feduchy, que remodeló el edificio hace dos décadas, fue neutro en el estilo elegido facilitando por ello su mantenimiento y evitando la decadencia del mismo en cuanto a diseño se refiere, sí se constata un envejecimiento en parte de sus instalaciones, especialmente en lo que se refiere a parte de su suelo y ante la necesidad de renovar y modernizar buena parte del sistema de información. Se considera que ambas actuaciones, no cuantificadas económicamente, habría que ejecutarlas ya y no esperar a largo plazo a que se remodele de forma íntegra todo el edificio.

Por si fuera poco, los recortes de la Junta han provocado que el Museo tenga un horario de visitas cada vez más reducido, lo que ha incidido en la importante pérdida de visitantes ya sufrida.

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