Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Cultura

Muere Balcells, "mamá grande" de los gigantes de las letras hispanas

  • La agente literaria, fallecida en Barcelona a los 85 años, defendió los intereses de los grandes del 'boom' y de seis premios Nobel.

Madre, amiga, compañera, confesora, psicóloga, jefa... o tal vez una mezcla de todas esas figuras confluían en la agente literaria Carmen Balcells a los ojos de los gigantes de las letras hispanas, que la tenían por la "mamá grande", como era llamada afectuosamente por muchos de los más de 300 autores a los que representó.

Ayer, esta figura de enorme influencia en el mundo literario español de las últimas décadas falleció en Barcelona a los 85 años. Si en Los funerales de la Mamá Grande Gabriel García Márquez dibujó el perfil de una matrona omnipotente que dominaba con mano de hierro el territorio de Macondo, Balcells ejerció también su inmenso poder ante los no menos poderosos grupos editoriales.

No en vano, negociar con ella era hacerlo con García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, José Donoso y otros grandes que protagonizaron el boom latinoamericano, una lista en la que figuraron también Pablo Neruda, Miguel Ángel Asturias o Vicente Aleixandre y una larga nómina en la que se encuentran algunos de los principales escritores españoles: Juan Marsé, Juan Goytisolo, Camilo José Cela, Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán, Javier Cercas...

Pero si la mamá grande de Macondo pretendía que nada cambiara, Balcells llegó al mundo literario para revolucionar la hasta entonces relación paternalista entre autor y editor, y cambiar las reglas del juego en beneficio de los autores de su cartera. Cercas dijo ayer que la agente "cambió la industria editorial, la literatura".

Balcells acabó con la cesión a los editores de derechos universales y vitalicios, en cualquier lengua y en cualquier país, y fijó las bases de una segmentación de esos derechos que resultó fundamental para la prosperidad y estabilidad económica de sus autores. "Gracias a ella voy al mercado cada mañana", llegó a decir el uruguayo Juan Carlos Onetti, al que la agente fue a buscar a Montevideo para que firmara con ella.

Al soporte económico, Balcells añadió un apoyo técnico, humano y hasta psicológico a los escritores, sus clientes, para quienes no escatimó en detalles, regalos, fiestas de cumpleaños y recepciones, algo nada habitual en los años en los que la leridana estaba modelando la figura del moderno agente literario. "Te cuida hasta el punto de que se mete en tu vida, y te aconseja si te conviene o no cambiar de piso, o cambiar de mujer...", bromeó una vez Marsé, que sin embargo veía este entrometimiento como algo "entrañable".

Pese a esta relación casi familiar con los autores a los que representaba, una de sus frases más célebres fue "Yo no tengo amigos, tengo intereses". Ella misma, a la que gustaba definirse como "implacable", solía recordar esta anécdota: García Márquez le telefonéo y le preguntó: "¿Me quieres, Carmen?", a lo que ella respondió: "No te puedo contestar a eso, eres el 36,2% de nuestros ingresos".

En 2000, al cumplir 70 años y recibir la Medalla del Mérito Cultural, inició una progresiva retirada, culminada en 2014 con el nombramiento del joven Guillem d'Efak como su "sucesor". Mientras estuvo en activo, rechazó decenas de propuestas de entrevistas por considerar que podía perjudicar la confidencialidad que debe regir entre agente literario y autor, una actitud que acrecentó su leyenda. En los últimos años aceptó ser entrevistada por determinados escritores o periodistas literarios, aunque teniendo siempre presente una máxima: "Valgo más por lo que callo que por lo que digo".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios