Cultura

La Mostra consagra a Aronofsky con el León de Oro por 'The Wrestler'

  • El protagonista y favorito de la crítica Mickey Rourke no logra colarse en el palmarés · La francesa Dominique Blanc y el italiano Silvio Orlando se llevan los premios a las mejores interpretaciones

La película estadounidense The Wrestler, dirigida por Darren Aronofsky y protagonizada por Mickey Rourke, se hizo ayer con el León de Oro a la mejor película del Festival de Cine de Venecia. El jurado, presidido por el director alemán Wim Wenders y en el que se encontraba la cineasta argentina Lucrecia Martel, consideró esta película, que trata sobre un profesional de lucha libre al final de su carrera, como la mejor de las veintiuna que han competido por este galardón.

"Darren Aronofsky vino aquí hace unos años y se cayó de culo", afirmó Rourke ante el público reunido en el teatro Sala Grande de Venecia en referencia al fracaso de La fuente de la vida, estrenada en el mismo festival en 2006. "Estoy contento de que haya tenido las agallas de volver. No creo que quisiera venir, pero le dije que tenía que hacerlo", explicó el actor tras la entrega del premio.

Cuando, minutos antes, el presidente del jurado Wim Wenders comunicó que el León de Oro era para una película con una interpretación "que llega al corazón", la platea irrumpió en un aplauso y los focos se dirigieron a Rourke.

Todavía Wenders no había anunciado el ganador cuando Rourke se levantó para agradecer la ovación. Seguidamente el director neoyorquino y Mickey Rourke se encaminaron hacia el escenario. Cuando llegaron allí, el realizador alemán Wenders finalmente anunció la película ganadora del máximo premio del certamen italiano.

La más clásica de las cuatro películas del director de Pi, Réquiem por un sueño y La fuente de la vida cuenta con un Rourke en estado de gracia y una extraodinaria Marisa Tomei. Ellos dan cuerpo a esta historia sobre últimas oportunidades, éxito, mala fortuna, amor y soledad.

En Hollywood no hay un actor que pueda ofrecer un físico para encarnar a una acabada estrella de la lucha libre de forma tan acertada como Rourke, en cuyo rostro más que el paso de los años se notan los estragos de la cirugía estética. El ex boxeador declaró que no era fan de la lucha libre, un deporte en el que los contrincantes escenifican una lucha sobre el cuadrilátero y por el que el actor siente poco respeto.

Rourke estuvo entrenando dos meses para dar vida a un luchador que malvive en una caravana y sigue participando en combates cada vez más decadentes para contar con el único afecto que recibe, el del público que disfruta viendo cómo se parte la crisma. Sin familia y en la soledad más absoluta se aferra al sueño de una relación con una bailarina de streptease (Tomei).

El neoyorquino Aronofsky consigue así el principal premio de su carrera, tras ganar el premio al mejor director en Sundance (Pi) y la Espiga de Oro de Valladolid por Réquiem por un sueño.

El León de Plata al mejor director fue para el ruso Alexei German Jr., por su película Paper Soldier, una cinta ambientada en las frías estepas de Kazajistán que nos acerca al programa espacial soviético de la década de 1960. Cuenta la vida del médico Daniel Pokrovsky, encargado de designar a los astronautas que viajarán en el primer vuelo al espacio.

El premio al mejor actor fue para el italiano Silvio Orlando por su papel en Il Papa di Giovanna, mientras que la mejor actriz fue la francesa Dominique Blanc por su interpretación en L'Autre.

Teza, del etíope Haile Gerima, fue uno de los títulos más destacados del certamen al lograr el Premio Especial del Jurado y el galardón al mejor guión.

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