Tras ser premiada hace sólo unas semanas con el prestigioso galardón flamenco Calle de Alcalá en Madrid, la racial y poderosa bailaora sevillana Manuela Carrasco llegará hoy al XV Festival de Jerez para presentar en el principal escenario de la muestra, el Teatro Villamarta, su espectáculo Suspiro flamenco. Una propuesta en la que la artista, Premio Nacional de Danza 2007, deja atrás el artificio y los hilos argumentales para centrarse en expresar ante el público el lado más esencial de la escuela trianera de la que ha bebido su arte y mostrarse en escena tal cual es.

Carrasco contará con un cuerpo de baile íntegramente masculino. En esta obra, Manuela echa la vista atrás y suspira por el paso del tiempo, por sus maestros, por sus seres queridos, recuerdos hechos piezas coreográficas que van de la bulería y los tangos a su ya mítica soleá.

Abanderada del baile más tradicional y rancio, la trianera Manuela Carrasco no se anda con rodeos en Suspiro flamenco, montaje estrenado hace dos años en su Sevilla natal con el que pretende bucear en sus antepasados, recuerdos y vivencias con el único objetivo de reflejar el baile flamenco más genuino, más puro y esencial.

Con la música de Joaquín Amador y coreografías firmadas por la propia Manuela Carrasco, la sevillana ha desgranado en rueda de prensa alguna de las claves de una obra que "aunque me tachéis de prepotente, tengo que afirmar que no contiene más que arte flamenco, arte de verdad, sin escenografías, ni historias, ni accesorios de ningún tipo. En primer lugar porque a mí no me dan subvenciones todos los años para hacer grandes espectáculos y luego porque mi arte no necesita nada más que una guitarra que lo acompañe".