"Hago canciones y las canto" reza la descripción del perfil de Twitter de El Kanka. Así de simple, así de certero. El cantautor malagueño es un artesano de la música y será precisamente esa música la que llenará esta noche, a partir de las 22.30 horas, el Escenario Lounge Sancti Petri del Concert Music Festival.

Y lo hará con gran éxito porque el recital ya ha colgado el cartel de "No hay entradas", como también lo ha conseguido para el concierto que ofrecerá este sábado, 25 de agosto, dentro del ciclo Live the roof, en el Parador Hotel Atlántico de Cádiz capital.

No serán sus dos únicas citas en la provincia a lo largo de esta gira, titulada como su último álbum El arte de saltar. El Kanka también se dejará ver por esta tierra, de momento, en dos ocasiones más: en el Sierrasur Ecofestival de Zahara de la Sierra (12 y 13 de octubre) y en Momart Theatre de Cádiz (21 de diciembre). Por el camino, el artista mostrará su arte en melodías en ciudades como Granada, Barcelona, Málaga, Santander, León, Cáceres, Mallorca o San Sebastián, además de poner a prueba su lírica fuera de nuestras fronteras, con eventos en Dublín, Londres o ya en 2019 en San José de Costa Rica.

Juan Gómez Canca, El Kanka, dio sus primeros pasos en la música con el grupo Doctor Desastre, para empezar su carrera en solitario en 2007 hasta consagrarse como uno de los mejores exponentes de la nueva generación de cantautores de España. Su música juega con toda clase de ritmos, desde el danzón, rumba, rap, blues, hasta el reggae, entre otros estilos.

El Kanka ha publicado hasta la fecha cuatro álbumes de estudio, titulados Lo mal que estoy y lo poco que me quejo, (2013), El día de suerte de Juan Gómez (2014), De pana y rubí (2015) y El arte de saltar (2018), este último un trabajo compuesto de once temas que, como se cuenta en la página web del artista, demuestran como El Kanka "hace fácil lo difícil: cantándole a la vida, la cercana y la inabarcable… la contemporánea. Demostrando una vez más que, en el ocaso de las utopías, la suya brilla más que nunca. Este disco de imágenes invisibles crea circunstancias para la alegría. Es un abrazo. Un ejercicio de honestidad. Un golpe de ola que invita a saltar, aunque te tiemblen las piernas. A esquivar el miedo. Un disco que escapa a interpretaciones convencionales. Canciones de sentido común difícilmente rebatible, del que canta sin adornos. Sencillas en apariencia y complejas en estructura, que revelan lo extraordinario de la vida ordinaria. Que invitan a cerrar y a dejar ir. A cambiar de vals y a buscarse una vida".

En definitiva, un conjunto de composiciones que podrán disfrutarse esta noche en Sancti Petri en la voz y maneras de un músico que, como confesó recientemente en una entrevista a este periódico, "hago lo que quiero hacer y la gente responde bien. Tengo un público de calidad, que te canta las estrofas de los temas nuevos. Es algo muy loco. Yo compongo porque sí y quiero que esas canciones resuenen en gente tan variopinta como es mi público. Es algo bonito".