¿Por qué no así, si puede ser de otra manera?, es el título que el artista jerezano Juan Ángel González ha imprimido a la nueva muestra que, desde ayer, se expone en la galería Benot. Junto a ésta, se inaugura hoy en la sala GH40 La luz de La Isla, del autor de San Fernando Ángel Torres Aléu, mientras que Neilson Gallery ha abierto en el restaurante gaditano La Gorda te da de comer una muestra de David López Panea.

En la sala gaditana Benot, Juan Ángel González abre el debate a través del sugerente título de su muestra sobre la vulnerabilidad del mito en todas las culturas. "Las distintas sociedades crean sus mitos religiosos, políticos o musicales... que siempre son sustituidos por otros nuevos", aclara. "Y cada uno se acoge a la realidad que más le interesa. De ahí el título que utilizo", puntualiza.

Para ello se sirve del dibujo, cuyas inquietudes técnicas se fusionan con el óleo. "Aunque utilizo técnica mixta, siempre me ha interesado mucho el dibujo por su carácter fresco y directo, un arte que no se ha considerado nunca como definitivo, pero que en mi exposición sí que lo es, porque tiene mucha presencia".

Concretamente expone once obras de distinto formato de corte figurativo, pero con un fuerte contenido conceptual, donde la memoria construye una reflexión sobre su ideal del mito y su influencia en la sociedad. "Una reflexión que, lejos de convertirse en una crítica social, intenta introducir el diálogo", asevera.

Tres años después de su primera individual en Benot con Por las ramas, Juan Ángel González vuelve a Cádiz, donde ha dejado en anteriores ocasiones su impronta artística en la galería Rivadavia, Diputación o el Museo. "Cádiz es una ciudad en la que siempre estoy encantado de exponer y donde siempre he sido muy bien acogido", puntualiza el artista, cuya firma se deja ver cada año en las Ferias de Arte de Santander, Lisboa o Arco.

En otro punto de la bahía gaditana, en la sala Gh40 de San Fernando, inaugura hoy a las 12.00 El color de la Isla el artista natural de San Fernando Ángel Torres. "El color de San Fernando es para mí ese anaranjado fuerte, casi fluorescente, que tanto me gusta. Un color que me transmite la sensación de luz, desde mi punto de vista, un elemento totalmente indispensable en la pintura". A través de esa luz tan especial que Torres Aléu confiere a su obra, refleja las escenas más cotidianas de su tierra natal. "Desde las tertulias de un atardecer en la playa de Camposoto, hasta la Semana Santa o las compuertas de los esteros...". Y es que para este experimentado pintor, que acaba de volver a San Fernando tras pasar 30 años en la zona del Levante español, "el color de La Isla es mi vida, sobre todo, el que permanece en mis recuerdos".

En total expone veinte obras de distinto formato enmarcadas en el realismo abstracto. Una muestra en la que, una vez más, Torres Aléu otorga gran protagonismo a las texturas, sin dejar "de armonizar el conjunto".