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Xavier Nieto. Arqueólogo subacuático

"Iniciamos una nueva etapa porque España necesita arqueólogos subacuáticos"

  • El actual miembro del comité consultivo de la Unesco coordinará el máster que impartirá la UCA de forma pionera en España y hace balance de otros aspectos generales en la materia.

Xavier Nieto es uno de los grandes nombres de la historia de la arqueología subacuática en España. Ha pasado por los centros más importantes del país, ha liderado una treintena de campañas por España, Turquía, Italia, Francia, Marruecos o Haití y actualmente forma parte del Comité Consultivo Científico y Técnico de la Unesco. Su próximo reto es dirigir el nuevo Máster que la UCA implantará en esta materia, como un referente a nivel nacional e internacional.

-¿Cuál es exactamente su papel en la Unesco, en el Consejo Consultivo?

-Pues somos un grupo de 12 arqueólogos y juristas de todo el mundo a los que la Unesco nos consulta los problemas. Por ejemplo, ahora hay dos sacos de expolio, uno en Panamá, y otro en Magadascar, y en la última reunión en París se nos encargó crear dos misiones. Una para Panamá que dirigiré yo y otra en Magadascar que dirigirá el director del Centro de Arqueología Subacuática francés.

-¿Y qué supone este máster de Arqueología Subacuática de la UCA y el CEI.Mar?

-La arqueología subacuática lleva más de 20 años, en que los técnicos en arqueología subacuática se han ido formando como buenamente han podido, marchando muchos de ellos a Francia, Reino Unido, Dinamarca o Estados Unidos, o bien desde centros de arqueología subacuática de España como el de Andalucía o Cataluña, pero no había ninguna universidad con una enseñanza reglada. Visto los nuevos tiempos y la demanda que va existiendo con motivo de las diversas leyes para equiparar la arqueología subacuática a la terrestre, la UCA y CEIMAR han hecho una apuesta decidida por convertirse en la primera universidad española que imparta una enseñanza reglada.

-Objetivos a medio plazo.

-Nacemos con la idea de extendernos y buscar alumnos de países de toda Europa Occidental, pero también con una clara vocación de extender la formación al Magreg o América Latina, que son espacios geográficos donde la Universidad de Cádiz tiene una líneas tradicionales de colaboración y son países donde no existen universidades con enseñanzas de este tipo. Tenemos una demanda clara para formar en este terreno.

-La arqueología subacuática se puso de moda con el tema Odyssey, pero de un tiempo a esta parte parece que nada se mueve...

-Tiene que ver la crisis, que ha repercutido en la dimensión de la obra pública en el mar y al no haber dragado ni actuaciones, ha disminuido. En Cádiz habéis tenido la suerte del Delta 1, el 2 y el 3. Y una exposición que ha inaugurado estos días. Actividad hay.

-Efectivamente, gracias a la Ley de Servidumbre Arqueológica, se logró poner un punto y aparte a las obras del puerto de Cádiz para poner a salvo los pecios hallados. Información que hasta esta gran exposición ha trascendido a cuentagotas. ¿Qué opina del oscurantismo en torno a la arqueología, en general?

-Se debe en buena parte a la merma de la actividad. Y esto genera pocas noticias. Ahora vamos a desarrollar esto de la mano del CAS y el éxito va a depender de la aglutinación de esfuerzos, y cada uno aportará sus medios.

-Concretamente la UCA aportará un barco para el que se ha adquirido un ROV.

-Se está preparando el UCAdiz, que será un barco de la universidad, con una actividad pluridisciplinar, entre ellas, la arqueología subacuática. Queremos iniciar dentro de nuestro programa de formación que una parte sea muy práctica, y con el barco y en colaboración con el CAS vamos a realizar la excavación de dos pecios, uno de época clásica y otro moderna, con el fin de que sea centro de investigación y escuela de formación. Crear esta línea también supone dotarla de infraestructura, y pretendemos pulir sinergias. Hay equipos que tienen escuelas y facultades que se integrarán aquí. Entre ellos un Rov (vehículo teledirigido).

-¿Qué pecios son?

-Estamos viéndolo aún. Hasta la primavera del próximo año no estará el barco, así que estamos en fase de elegir los pecios por su profundidad, por la limpieza del agua, por el interés científico, etc. Y en función de todos los elementos lo eligiremos para hacer una investigación en profundidad.

-¿Qué imagen proyecta el CAS andaluz a nivel nacional e internacional?

-El CAS ha realizado en los últimos años una labor meritoria y sin lo que ha hecho no podríamos plantear lo que estamos planteando, de la mano de la UCA y el CEI.Mar. Sería diferente o quizás no se hubiera producido. Por tanto, es un reconocimiento a la labor de este centro y un deseo de trabajar en total colaboración con la idea de no ser dos centros que actúen de forma independiente, sino que sea a nivel práctico un organismo único. Que todo lo que haga la UCA lo apoye el CAS y viceversa.

-¿Y qué le aportará al CAS? Hace tiempo que no trasciende su actividad...

-Personal, medios técnicos y económicos, y la UCA se va a beneficiar de la experiencia de este centro.

-¿Hay realmente coordinación entre las administraciones y fuerzas de seguridad para que no vuelva a ocurrir un expolio como el de Odyssey?

-Odyssey marcó un antes y un después. Fue un aldabonazo a la conciencia de las administraciones y eso generó que el ministerio de Cultura iniciara un Plan Nacional de Protección en el que interviene el Ministerio de Defensa, de Exteriores, las fuerzas de seguridad del Estado y que haya un control y un seguimiento de cualquier intento de algo parecido. Y esto está dando resultados.

-¿Qué opina del turismo subacuático?

-El patrimonio cultural subacuático es una herencia. Somos lo que somos gracias a esa historia y la sociedad tiene derecho a conocer y disfrutar de este patrimonio bajo el mar. Pero, ¿qué pasa en el mar? Que no es tan fácil ponerlo al alcance de la sociedad como el terrestre, pero hay modos. Y una línea que vamos a desarrollar que va a ser el acceso público, que no solamente tiene que ser de forma subacuática, que también, pues hoy día las nuevas tecnologías permiten difundir este patrimonio de manera muy diversa.

-Ha tenido un carrera muy prolífica al frente de grandes centros de arqueología. ¿De qué se ha sentido más orgulloso?

-Empecé hace 30 años a hacer arqueología subacuática, en una época en la que no había arqueólogos subacuáticos. Y me gusta ver ahora cómo iniciamos una nueva etapa porque se hace patente que España necesita arqueólogos subacuáticos. Han tenido que pasar varias décadas con el esfuerzo de todos los que hemos ido trabajando, incluido el CAS, y todo este trabajo se traduce ahora en este máster.

-Se necesitan arqueólogos, pero si la actividad remonta, pues muchos han tenido que emigrar.

-Muchos nos hemos tenido que ir al extranjero buscándonos la vida como hemos podido y esto tampoco es aceptable. Se tiene que solucionar y la línea de investigación que se crea en la UCA va a colaborar.

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