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Cultura

Historia de un loco caminante

Fernando Bellver. Antigua Tabacalera. Madrid.

A Fernando Bellver nosotros le tenemos una especialísima consideración. Fue uno de los primeros artistas de quien hicimos un comentario valorativo de su obra. Una exposición de grabado de Fernando Bellver llegó a Cádiz, por primera vez, para un acontecimiento que es ya historia del arte de esta ciudad: con él se inauguró la Galería de Fali Benot, entonces, denominada Cristalarte. De esto hace casi treinta años. En este tiempo la obra de Bellver ha quemado muchas etapas, ha llenado muchas parcelas creativas, ha generado muchas inquietudes y ha conformado un status creativo lleno de particularidad y suprema personalidad.

Es Fernando Bellver uno de esos artistas que está muy por encima de casi todo, incluso del mismo Fernando Bellver. Por eso su obra es siempre una nueva experiencia a la que hay que acudir esperando encontrarse con algo distinto y tremendamente particular. Su larga trayectoria artística, su personalísimo trabajo y su situación de creador tangente a lo que dictan las normas al uso mantienen viva la expectación y hacen esperarlo con inquietud. Ahora ha llegado el tiempo de una gran restrospectiva. Y lo hace en ese espacio espectacular que es la antigua Tabacalera madrileña (calle Embajadores, 51). Dibujos, pintura y escultura marcan los esquemas de un arte a contracorriente que parece haber sido realizado para satisfacción propia y, después, para lo que sea. La exposición madrileña se sustenta en una pintura que plantea recursos donde la claridad de los modos no está reñida con el rigor de los medios.

Fernando Bellver nos presenta, con felices argumentos artísticos, capítulos de una historia concebida con sabia simpleza y estructurada con solvente decisión donde caben los más atractivos e imprevistos desenlaces.

La exposición no sigue un único hilo argumental sino que nos sitúa por los variados aspectos de una plástica abierta en la que inciden diversas circunstancias de una estética sin límites - conceptuales y artísticos - que dejan bien claros cuáles son los poderosos planteamientos de este artista. Más de ochenta obras divididas en nueve secciones, con aguafuertes, grabados, óleos, dibujos o cajas de luz, así como alguna escultura. Una muestra retrospectiva comisariada por Felipe Hernández Cava y que nos pone en la sintonía total de un artista especial que, como él dice: "Todo lo hago como me da la real gana".

Fernando Bellver es un dominador nato de la materia; sus muchos años en torno a la estampación le dan una solvencia plástica capaz de afrontar los mayores y los mejores asuntos. Por eso su trabajo tiene grandes dosis de planteamientos matéricos. La manipulación continuada de los elementos plásticos, la perspicacia en las soluciones, la minuciosa estructuración compositiva dotan a sus obras de una pulcra manifestación, de un continente especial que deja expeditas muchas rutas para que por ellas circulen bellamente los grandes vehículos de la expresión.

Fernando Bellver nos vuelve a situar en los más esclarecedores horizontes de un arte total, que él dota de una personalidad sin límites. Con la obra de Bellver cualquier mínimo parecido con lo demás es una mera coincidencia. La realidad no tiene vuelta de hoja y su visión marca las distancias.

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