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Cultura

Guillermo Cano se mete en el alma del fandango

  • El cantaor onubense publica su segunda grabación, titulada 'Cinco versos y un corazón'

Dentro de la nueva generación de cantaores, incluso entre aquellos formados en el respeto a los maestros y a la tradición, no es extraña la producción de obras que se salen del patrón habitual de una serie de estilos interpretados con más o menos arreglos. Viene la observación al hilo del segundo disco del cantaor onubense Guillermo Cano, en el que nos presenta una obra que podríamos calificar como conceptual, al estar compuesta de catorce cantes que son a la vez poemas y que se interpretan a través de distintas variantes de un solo estilo flamenco: el fandango.

Del cantaor Guillermo Cano (Bollullos par del Condado, Huelva, 1973) tuvimos noticia, debido a sus notorias actuaciones en directo, mucho antes de su primera grabación, Rincón del pensamiento (Pasarela, 2007), que fue reconocido como el mejor disco de cante revelación de aquel año en los Premios Flamenco Hoy que otorga la crítica especializada. Antes se había alzado con otros galardones como la Volaera Flamenca de Loja o un primer premio en el Festival de Cante de las Minas de La Unión (Murcia). Con un registro de voz de las denominadas laína, Cano remite a las fuentes de cantaores como Manuel Vallejo, Pepe Marchena, o los Pavones (Pastora y Tomás); y forma grupo con otros onubenses como Arcángel o Argentina, artistas que están relanzando la tradición flamenca de la provincia más occidental de Andalucía. Una tierra donde tantos cantan fandangos y con una filosofía tal que, para los extraños a ella, nos puede resultar difícil comprender un disco como este.

Porque, en la segunda grabación de Cano, titulada Cinco versos y un corazón (Pasarela), se entrega a la audacia expresiva de contar solamente con el patrón fandango como cauce a una serie de poemas que firma, mayormente, Caraqueño -un reconocido poeta y letrista que conocíamos de algún trabajo de Arcángel- y el propio cantaor, con un par de aportaciones. Si alguien dijo que los fandangos tenían que decirse como sentencias, en esta colección se encuentra plasmada esta filosofía de forma rotunda. Nos encontramos con un ancho universo de sentimientos, sensaciones y pensamientos que, en forma de poemas, toman los aires huelvanos de Alonso o los identificados con Niño Gloria, Vallejo, Antonio Rengel o Niño León, junto a los fandangos personales que suponen la mitad de los contenidos en la grabación.

En esta nueva propuesta, Guillermo Cano cuenta con la producción musical del citado Caraqueño y el guitarrista Paco Cruzado, que lo acompaña en media docena de temas. El resto de ellos corre a cargo de los también guitarristas José Luis Rodríguez, Antonio Deteley y el gaditano Ricardo Rivera.

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