Digamos que leer, lo que se dice leer de verdad, no leemos muy bien. "Eso explica el éxito masivo de la mala literatura: cuanto peor sabes leer, más cómodo te resulta un libro que te lo da todo masticado -indica el escritor Enrique García-Máiquez-. Me gusta lo que decía al respecto C.S. Lewis, que los grandes títulos de la literatura no se leían, precisamente, porque eran grandes. Requieren un esfuerzo mucho mayor. Y no es una cuestión de renunciar a leer a los grandes autores porque uno pueda pensar que es tonto: sólo exige un poco de esfuerzo, estar algo despierto y desarrollar una serie de habilidades".

El autor y articulista de Diario de Cádiz ha organizado, a iniciativa de la Asociación Cultural Rocalla de El Puerto, la segunda convocatoria del curso de Prácticas de Lectura Literaria. Y si el año pasado el encuentro se realizó en torno a una perspectiva más genérica -que incluía los distintos palos de la literatura-, en esta ocasión, para "buscar otro hilo conductor", la novela será la protagonista.

Así, la propuesta -bajo el epígrafe La Novela. El género y sus subgéneros- los participantes leerán un título cada dos meses y participarán luego en un coloquio en el que se desentrañarán los entresijos del libro: "A los asistentes les digo que los espacios entre líneas son tan importantes como las líneas -apunta García-Máiquez-. El año pasado, tras las primeras clases, muchos alumnos decían que el libro que habían descubierto era uno completamente distinto al que habían leído".

El taller -que durará hasta finales del próximo mes de mayo- dará inicio el 30 de octubre con el título El viajero bajo el resplandor de la luna, de Antal Szerb: "He hecho un poco de trampa, porque no es sólo una historia de amor, sino más bien sirve como introducción a todos los géneros de la novela -dicen el coordinador-. La gracia está en jugar con los convencionalismos de cada subgénero y reírte".

"Creo que le tengo algo de manía a los talleres de escritura -prosigue Enrique García-Máiquez-. Sin embargo, aunque sí hay una lectura literaria que no te enseña nadie, sí creo que también existe una manera de leer literariamente que se puede enseñar: ver la influencia, los juegos, el mensaje implícito..."