Cultura

Finlandia is different

Desde el sur, un país como Finlandia se nos antoja lejano, con su nombre similar al "finis terrae", por mucho que nos digan que significa "tierra de cazadores". Aunque envidiable en muchos aspectos, sugiere frialdad y tristeza, pero aquí llega el arte y el intercambio cultural para un lavado de cerebro, en el buen sentido del término. El programa ofreció, en primer lugar, tres vídeos-danza de Hanna Brotherus, trabajos en donde se despliega una entrañable ternura, dotando a la cotidianeidad de un carácter poético. De todos ellos, en los que intervienen su propios hijos y otros miembros de su familia, quizás resulte más acabado My happiness is round, con una serie de juegos infantiles transformados en coreografías desplegadas a través de un idílico entorno.

En segundo lugar, intervino Evaa Muilu, que, tal y como nos anunciaron, fue diferente a todo lo que llevábamos visto del festival, sorprendiendo de hecho, de principio a fin. Comienza con una introducción donde una voz que surge de una grabadora nos avisa que la artista, debido a una serie de síntomas -que corresponden con un cuadro depresivo- no actuará finalmente y será sustituida por una tal Amanda, afectada con el síndrome contrario. La bailarina se despoja de su vestidito negro, quedando en ropa interior, e inicia una coreografía salvaje, compuesta por saltos, carreras y zancadas, acompañados de gritos y aullidos con tono cómico, que anonadaron y engancharon al respetable, que no esperaba semejante despliegue humorístico. En el siguiente fragmento, tras solicitar música, el baile se configura entre el estilo libre y disco, en la misma línea jocosa.Tras un receso, pasa a un desmoronamiento físico y anímico, ilustrado por un sentido llanto sobre el suelo; esto coincide con el anuncio, desde la misma grabadora, de la llegada de la bailarina prevista anteriormente. La que hemos conocido como Amanda, sin embargo, continúa en el escenario, como la otra cara de la misma moneda, para iniciar una coreografía basada en posturas y posiciones, que culminan con un fragmento de carácter mecánico, como una muñeca a la que se le acaba la cuerda. Esto es Finlandia y aquí hay que... bailar.

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