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Cultura

Fascinante espectáculo, deslumbrante Jolie

Fantástica, EEUU, 2014, 135 min. Dirección: Robert Stromberg. Intérpretes: Angelina Jolie, Sharlto Copley, Juno Temple, Elle Fanning, Imelda Staunton, Brenton Thwaites. Guión: Linda Woolverton. Fotografía: Dean Semler. Música: James Newton Howard. Cines: Cádiz El Centro, Cines Bahía de Cádiz, Bahía Mar (El Puerto), San Fernando Plaza, Sanlúcar Al-Andalus, Yelmo Jerez, Cinesa Los Barrios.

Robert Stromberg es uno de esos talentos que el brillo de las estrellas o el estrellato de los directores oscurece, pero sin los que el cine no sería posible: es un creador de efectos visuales y un diseñador de producción. En lo primero, integrado en diversos equipos de diseño de producción, ha trabajado en Pozos de ambición, Shutter Island, La carretera, La vida de Pi o la serie Boardwalk Empire. Como responsable absoluto de la dirección artística o diseño de producción es el creador de los fantásticos universos de Avatar de Cameron, Alicia en el país de las maravillas de Burton y Oz, un mundo de fantasía de Raimi. Las dos primeras le valieron dos Oscar en 2010 y 2011.

No es por ello de extrañar que en su debut como director, trabajando ahora para él mismo, Stromberg convierta la definición visual de Maléfica en el atractivo mayor de esta película, gobernando un extraordinario equipo en el diseño de producción (controlado por él con la colaboración de Dyan Cole y Gary Freeman), la dirección artística (David Allday), la fotografía (Dean Semler, veterano maestro australiano que saltó a la fama con Mad Max II y se consagró con Bailando con lobos), decorados (Lee Sandales, responsable de Green Zone o War Horse) y vestuario (Anna B. Sheppard, otra veterana maestra consagrada con De un país lejano, La lista de Schindler, El dilema o Malditos bastardos). Al frente de este gran equipo Stromberg logra un espectáculo de extraordinaria creatividad e inteligencia visual.

Afortunadamente el acierto formal no es una hermosa cáscara vacía. La idea de contar La bella durmiente desde el punto de vista de Maléfica -personaje añadido por la obra maestra de Disney al cuento original, reescrito a partir de antiguas narraciones francesas e italianas por Perrault en 1697 y los hermanos Grimm en 1812- está llena de posibilidades. El talento de Stromberg y el buen guión de Linda Woolverton (una experta que ha escrito los de El Rey León, La bella y la bestia o Alicia en el país de las maravillas) logra evitar el escollo supuestamente complejo pero en realidad facilón, tan de moda últimamente, de hacer una versión oscura (o aún más oscura) de cuentos infantiles como pretexto para alardes digitales teñidos de cierto pesimismo de autor. Muy al contrario: esta película es la historia de una inocencia profanada y un amor herido, y de la venganza de quien desata un mal que antes la ha herido. La niña que Maléfica maldice, la princesa Aurora, es la hija del Rey que años antes, cuando era un joven príncipe, la enamoró cuando ella era igualmente joven e inocente. Pasaron cosas -guerras, traiciones- y el dolor petrificó el corazón de Maléfica.

Las pequeñas imperfecciones narrativas, tal vez debidas a la inexperiencia de Stromberg como director, son absueltas por una deslumbrante visualidad propia de su talento a la vez que deudora de El Señor de los Anillos y, sobre todo, del genio de Disney y Clyde Geronimi, el maestro que dirigió para el primero y bajo su inspiración La Cenicienta, Peter Pan, Alicia en el país de las maravillas, La dama y el vagabundo y 101 dálmatas, además de La bella durmiente. Stromberg es tan respetuoso con el original de Disney y de Geronimi que incluso repite algunos planos míticos que forman parte de la memoria colectiva de varias generaciones. Gracias al control de la productora Disney esta variación oscura sobre La bella durmiente es en realidad un homenaje que invita a volver a ver esa obra maestra de la animación. Pero un homenaje inteligente que trenza hilos de la trama original hasta adquirir su propia, interesante personalidad.

En cuanto a las interpretaciones, tras una excelente y cautivadora Angelina Jolie que hace justicia a la perturbadora belleza de algunas malas de Disney, lo mejor es el trío de hadas madrinas formado por Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville.

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