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Cultura

Éxito y teatros llenos en la Bienal de Holanda

La Bienal de Flamenco de los Países Bajos cerró el pasado domingo su sexta edición tras 17 días y más de 40 espectáculos y un extenso programa de actividades paralelas que reunió "a más de 20.000 espectadores", señaló ayer la directora de la cita, Ernestina Van der Noort. Cifra que corrobora, añadio, el "momento de consolidación" de la Bienal.

La cita holandesa se ha celebrado por primera vez en sus 12 años de vida en ocho ciudades, entre las que se incluye Amberes (Bélgica), y como resaltó Van der Noort, ha contado además con el respaldo cada vez mayor de los principales teatros, instituciones y medios de comunicación holandeses, "a los que antes teníamos que convencer para que nos hicieran hueco y que ahora nos llaman interesados por formar parte del festival".

Más allá de las novedades, la Flamenco Biënnale Nederland se mantiene firme en su objetivo de servir de muestrario de la diversidad que existe en el flamenco, ofreciendo propuestas vanguardistas, como el estreno en Holanda de Caída del cielo de Rocío Molina, Reversible de Manuel Liñán, El niño de Rocío Márquez o Dju Dju de Isabel Bayón, junto a recitales clásicos como los de José Valencia, Pepe Habichuela o David Lagos.

A la variedad en la oferta de la programación se sumaron talleres, clases magistrales, conferencias, proyecciones y fiestas. Este año los aficionados y profesionales han podido, por ejemplo, recibir clases de artistas como Torombo, El Oruco, Leonor Leal o Antonio Canales, así como disfrutar de originales iniciativas como el Flamenco Pop Ups, una serie de piezas breves que se realizaron antes de los espectáculos en los halls de los teatros. También se celebró el Taste of Flamenco, "una especie de puchero flamenco", dirigido por Diego Carrasco en el que se sirve flamenco en un ambiente distendido alrededor de una mesa.

Por último, como detalló Van der Noort, en este evento sigue siendo una prioridad "favorecer el diálogo de los flamencos con artistas de otras disciplinas", como ocurrió en Fantasía de Violonchelo y flamenco, el espectáculo que unió a Rocío Márquez, Leonor Leal y Agustín Diassera con músicos turcos, iraníes y holandeses que clausuró esta Bienal.

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