Los comienzos son siempre complicados, por eso mismo, porque son los comienzos. Que se lo pregunten al Festival de Jerez, que cuando vio la luz el 18 de abril de 1997 pocos apostaban por él. Los que apostaron, por arriesgar, ganaron. Hoy, la historia se repite y el I Encuentro Internacional de Coreografía y Danza de Jerez llega como un niño tímido a una nueva pandilla. Será cuestión de tiempo y acogida por parte del público y las administraciones que este "proyecto loco", como lo han calificado sus propios organizadores, se afiance. "El espíritu es de continuidad en los próximos años", apuntan desde el Ayuntamiento, organizador de la cita junto a la Asociación Andaluza de Empresarios del Flamenco, que se inició ayer y que se desarrollará hasta el 18 de julio entre el Teatro Villamarta y La Atalaya con un completo programa de masters class y espectáculos.

El bailarín y coreógrafo español José Carlos Martínez, director artístico de la Compañía Nacional de Danza, bailarín estrella de la Ópera de París, Premio Benois de la Danza 2009, Premio Nacional de Danza 1999 y Comandante de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, fue el encargado ayer de dar comienzo con buen pie, como no podría ser de otra forma, a la primera de las cuatro clases magistrales que se imparten en este Encuentro. "A España y a la danza le siguen haciendo falta muchos encuentros de coreografía como el que se está celebrando en Jerez", apuntó el murciano a este Diario durante un descanso de la clase, a la que acudieron una veintena de alumnos de diferentes puntos de la geografía nacional e internacional."Es necesario -añadió- dar visibilidad a la danza para que los bailarines tengan buen nivel, sirve sobre todo para motivarlos, y que cuando vuelvan a sus escuelas tengan más ganas de trabajar". Y se refería de esta forma a los alumnos que reciben, hasta hoy, "entusiasmados" las indicaciones del maestro. "Nos encanta, es simpatiquísimo y además saca de nosotros movimientos y técnicas a las que quizás no habíamos prestado mucha atención", comenta una de las alumnas.

Martínez recordó que desde la Compañía Nacional "estamos haciendo muchos eventos de puertas abiertas, que la gente pueda ver ensayos, no sólo en escena, sino en nuestra propia sede. El otro día vino un grupo de 30 niños de 3 años a una clase de ballet. Es importante que se vea la danza y que el púbico entienda los esfuerzos de un bailarín, lo que es ese trabajo, y la mejor manera es que lo vengan a ver, no sólo en los espectáculos, sino fuera de ellos".

El coreógrafo lanzó un mensaje a los jóvenes aspirantes bailarines o amantes de la danza, y les recordó que lo esencial "es que se siga trabajando con pasión y lo que he visto en estas clases es que la tienen y que tienen muchas ganas de bailar. Y que sigan con esa ilusión, que lo importante es tenerla". Asimismo, reconoció que evidentemente "hay condiciones físicas que hay que tener, pero un bailarín, si es inteligente y tiene pasión, puede llegar muy lejos. Y ser buena gente. Pero, sobre todo, amor por la danza. El hecho de estar en escena es un momento tan mágico..., y compartirlo con el grupo es lo esencial. Y la competitividad es buena siempre que sea positiva, pero la envidia no. Cada uno tiene su carrera y tiene que pensar adónde puede llegar y trabajar al máximo para llegar a hacer lo que de verdad quiere hacer".

Hay que destacar que el nivel de ocupación de las 4 masters class asciende al 63,3 por ciento, dado que se contabilizan 76 alumnos inscritos procedentes tanto de la geografía nacional como internacional. A este respecto, desde el Ayuntamiento precisan que "hemos cubierto el objetivo" que se había fijado inicialmente en el 50% de ocupación. También ayer, Lola Greco comenzó a impartir otra clase magistral sobre Interpretación y Caracterización, en los Museos de La Atalaya. Este curso se prolongará hasta el 14 de julio. Otros cursos son Técnica Contac. Danza Contemporánea, impartido por Cía de Sharon Fridman (Sharon Fridman & Artur Bernard) y Danza Estilizada-Flamenco, impartido por Rubén Olmo.

José Carlos Martínez, que el próximo año va a hacer una coreografía en el Ballet de Boston, reconoce que intenta ausentarse "lo menos posible de la Compañía porque hay mucho trabajo que hacer, que queremos llevar a todos los rincones de España y tener espectáculos que se adapten a todos los teatros, más grandes, más pequeños..., y en los momentos que estamos tan difíciles, hay que hacer aún más esfuerzos". Y habló del pasado, de sus metas, "la mía fue bailar lo máximo posible y cumplir ese sueño, y ahora es que lleguemos a montar espectáculos buenos, importantes y que le gusten a la gente con la Compañía Nacional y hacer que la danza llegue a cada esquina. Siempre hay que tener una meta".

Para la mayoría de los alumnos de Martínez era su primera vez con el coreógrafo, lo mismo que es para él su estancia en Jerez. "Espero repetir y que haya una segunda edición de este Encuentro y que esto sea sólo el principio. Hay gente que ha venido de los conservatorios, muy especializada en danza clásica y esto es bueno incluso para quien descubre la danza clásica y que tiene menos nivel. Mi idea es que la gente descubra lo que es para que vea el gusto que se tiene bailando".