Cultura

Dibujando el dibujo

  • El artista gaditano Paco Mármol exhibe en la Casa de Iberoamérica una magistral muestra con obras en bolígrafo bic con motivos florales y fauna.

PACO MÁRMOL. Casa de Iberoamérica. CÁDIZ.

Hace mucho tiempo que conozco a Paco Mármol; sé de su entusiasmo por lo artístico, de su trabajo callado, sin alharacas, serio y constante; me ha interesado su carrera, consciente, sin fisuras. Desde siempre ha sido un artista con el que he contado para muchos proyectos; al que he seguido y al que he admirado por muchas cosas. Como ha ocurrido con otros tantos, Paco Mármol es uno de esos autores importantes con el que, sin embargo, la justicia del Arte no ha sido demasiado rigurosa con él y la presencia ha estado demasiadas veces muy por debajo de la ausencia. Ahora, lo vemos con suma satisfacción en una comparecencia en solitario en su ciudad natal y en una sala de importancia dentro del amplio engranaje expositivo de la capital de la provincia.

A Paco Mármol lo hemos visto en muchas situaciones, siempre poniendo una nota de justa artisticidad a su pintura. No obstante, como ocurrió en su última comparecencia en la sala de exposiciones de La Chanca de Conil, su obra rompe todos los esquemas de sus anteriores proyectos y nos sorprende felizmente con un poderosísimo trabajo donde se le hace el mayor honor al dibujo, dándonos con ello medida de su absoluta fortaleza creativa. Nadie que sólo conozca a Paco por sus presencias expositivas anteriores podría imaginarse su capacidad dibujística; ahora, más que nunca, lo que presenciamos es la constatación de lo que el recordado Manolo Alés decía de él: "Este niño es un artista grande". Y, como siempre, Manolo Alés no se equivocaba. En la antigua Cárcel Real nos encontramos un pintor con mayúsculas, segurísimo, ofertando una soberbia pintura dibujada extraordinariamente, casi virtuosa -digo casi porque si no sería, de nuevo, fomentar el espíritu de los imbéciles, que tan bien dejó escrito el gran Cezanne -, con un cúmulo de circunstancias que la hacen original y llena de carácter. Porque la Fauna y la Flora que se presenta en los espacios de esta nueva Casa de Iberoamérica transmiten dos situaciones perfectamente diferenciadas, por un lado son meros dibujos cuyo trazo transcribe una realidad muy bien acondicionada en fondo y forma; pero, al mismo tiempo, desentrañan muchísimo más; además de todo eso, de esa línea conformadora determinante, elegante, pulcra, sencilla y poderosa, el artista se vale como medio estructural, como modo de actuación material, de un instrumento poco usual y portador de infinitos riesgos, el bolígrafo bic. El artista, desde tal situación, manifiesta un dominio total, una seguridad aplastante en lo que hace, un potencial técnico indiscutible que lo lleva a plantear de forma perfecta cualquier situación.

Los trazos seguros del bolígrafo configuran unos espacios creativos determinantes; lo de menos es el aplastante resultado con sus animalitos, sus plantas y sus flores manifestando un poder ilustrativo que deja sin habla, lo que interesa es el proceso, esa inquietante manifestación artística que deja en suspenso la mirada y transporta a las parcelas emotivas donde la expectación se adueña de lo que aquella ha captado abriendo las máximas perspectivas representativas.

Piezas llenas de sentido artístico, suprema calidad pictórica y total entusiasmo creativo nos atrapan con su discurso que deja ser de absoluta realidad para trascender una dimensión más y alcanzar el grado pararreal. Y todo bajo la consciente línea trazada por un bolígrafo bic que se convierte, así, en apasionante instrumento de trabajo con infinitas posibilidades plásticas.

Paco Marmol se nos muestra aquí tan pintor como siempre y más artista que nunca. Una nueva dimensión de su trabajo que conmueve la mirada y nos trasciende el alma. En definitiva, Paco Mármol en estado de gracia y transmitiendo su realidad de importante pintor en ejercicio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios