El actor argentino Ricardo Darín protagonizó ayer el inicio del Festival de Cine de San Sebastián con la comedia El amor menos pensado, el primer trabajo en la dirección de su compatriota Juan Vera, que fue recibido con aplausos pero sin euforia.

El galán del cine argentino por excelencia, que regresa al festival del que ya es todo un habitual, vuelve a protagonizar una historia de amor enfocada en la crisis que vive una pareja tras 25 años de matrimonio cuando se queda sola en el momento en que su hijo se marcha de casa.

La reflexión sobre el significado del enamoramiento y la evolución de los sentimientos, la pareja, las presiones y la hipocresía social vertebra el hilo argumental de esta comedia que coprotagoniza Mercedes Morán, otra de las grandes actrices del cine argentino.

La cinta,que sí desató las risas durante la proyección, es la primera de las 18 que se presentarán a competición por la Concha de Oro, el máximo galardón del festival, hasta el próximo día 29.

Darín (Buenos Aires, 1957), que también produce la película con su hijo Chino Darín, compite por quinta vez en el Festival de San Sebastián, donde ya ganó la Concha de Plata al mejor actor (ex aequo con Javier Cámara) por Truman y el Premio del Público a a mejor película europea por Relatos salvajes. En la edición pasada fue galardonado con el honorífico Premio Donostia. Si entonces acudió al festival dando vida al presidente de Argentina en La Cordillera, en esta 66 edición vuelve a convertirse en un hombre de a pie, un profesor de literatura empujado a reflexionar sobre su futuro emocional y vital.

El amor menos pensado es la primera película dirigida por Vera, que cuenta con una amplia trayectoria como guionista y productor de cine argentino.