Ha pasado casi un año. El día 27 se cumplirá el año justo. Y estamos en la misma sala. Pero de día, ¡qué raro!... Casi 365 días. El hombre, su guitarra y sus circunstancias. El Pay Pay luce en esta mañana igual de oscuro que aquella noche de hace casi un año. Esta vez, vacío. "Una noche mágica, como siempre son las de aquí". Antonio recuerda cuando nació Ares para el mundo. Para Cádiz, siempre. Cuando nació Yo y mi circus tancia, el segundo disco en solitario del cantautor gaditano grabado en directo en el café teatro de la calle Silencio. El primero firmado con el nombre que siempre fue suyo y que "tanto trabajo" le ha costado forjar. El disco con el que hoy inaugura la nueva temporada de conciertos de la Sala Central Lechera.

"Cambiamos a todos de sitio. Al público lo pusimos ahí, en el escenario, la banda y yo ahí mismo, en 360º -señala el músico trazando un círculo imaginario tras nuestra espalda- sintiendo el calor, la cercanía de la gente. La verdad que es lo que me apetecía para este disco. No quería encerrarme en el estudio, quería tener al público cerca y aún más tranquilo con esos musicazos que me acompañaban", rememora el creador que sólo tiene palabras de agradecimiento para Guillermo McGill, Selu Bastos, Andy Pérez, Manuel Meijome y Elena Jiménez de El Domador de Medusas, Lara Sansón, Sergio Monroy, Sebastián Moreno y Dani de Morón. Músicos que hoy -excepto Sansón y Bastos por otros compromisos profesionales- estarán en La Lechera con el intérprete.

Con Ares y con todo el plantel de personajes que desfilan por este circus montado, sin prisas, sin pausa, a ritmo de "swing", a la imagen y semejanza de un niño terrible que creció y se fue en busca de su propio camino. "Al final es lo que he hecho siempre. Desde niño me recuerdo sólo haciendo esto, cantando y escribiendo". Fijando su atención sobre las cosas y filtrándolas desde dentro para devolverlas -un tiempo en forma de pasodobles, después en canciones para otros, para él- a través de "una mirada fotográfica". "Me gusta escribir pero recreando en imágenes lo que veo, por eso utilizo frases cortas, pum, pum, como flashes". Como balazos.

Un certero tirador que en el espectáculo de esta noche se convierte en "maestro de ceremonias". "Sí, en este circo que me he montado yo sería el que cuento, el que voy presentando lo que ocurre en cada parte de la carpa", decide, no sin antes dudar de si se debería identificar con "el escapista". "Porque escaparme me escapo, pero no huyo, ¿eh? Creo que todo el mundo que escribe debe escapar en algún momento para poder tomar distancia sobre las cosas y así poder contarlas".

De hecho, de esta reflexión nace este título tan ortegassetiano pero de toque circense. "Sí, musicalmente hablando, de circo sólo quería un punto. Un instrumento por allí, un arreglo por allá". Y swing. Explosión de swing por todas partes. Bañando, jaleando con sus frenéticos pies a la palabra que nos habla de un mundo donde "cada vez más nos jugamos la vida sin red". Haciendo equilibrios, malabarismos, a la espera de la pirueta final...

Así será también en La Lechera. Abriendo y cerrando con Yo canto, vosotros hablad y Me marcho, vosotros hablad. Como en el disco. Y no. "Nos gusta el riesgo por eso hemos revisado un poquito algunos temas. No es que se hayan cambiado mucho pero hay algunos vestidos diferentes porque, de alguna manera, me gusta agradecer con algo al público que viene a vernos . Y esta es mi manera. Ofreciendo siempre algo nuevo", valora Ares que, además, durante el concierto de esta noche, que "tendrá muchas sorpresas", asegura, estrenará un tema nuevo. "Se titula Bolero del amor incompleto, una canción más que dedico a Cádiz y que formará parte de un próximo disco", adelanta.

A Cádiz. Siempre, en el fondo, Cádiz. "Sigue siendo para mí la ciudad-mujer. Una mujer de esas que no se puede siempre estar con ella pero tampoco vivir sin ella. Es la ciudad en la que pasa lo más hermoso del mundo pero donde, a la vez, no pasa nada. Es absolutamente todo, es un sentimiento, una manera de pensar, una forma de ser... La amo profundamente. De hecho, todos esos que dicen que yo reniego del Carnaval deberían de darse cuenta que le sigo escribiendo a Cádiz y al fin y al cabo ¿no consiste en eso nuestro Carnaval, en cantarle a Cádiz?", se pregunta Antonio. Antonio Martínez Ares. Ares.

Pero, al fin y al cabo, ¿quién es Ares?, ¿qué busca?, ¿qué quiere de nosotros?

"Ares es un músico que se busca continuamente, que no para quieto, que va a estar dando muchas vueltas y que se complica mucho la vida a la hora de escribir. Ares tiene muchas inquietudes dentro y lucha por sacarlas afuera. Para subirse a un escenario tuvo muchos handicaps porque -Martínez Ares- llevaba dos maravillosas décadas dedicadas al Carnaval, porque componía para otros y porque, de vez en cuando, cantaba. Tenía muchos vínculos de los que tenía que separarse para comenzar el proceso de poco a poco dar vida a Ares. De Ares conocen el personaje pero no a la persona, es alguien, todavía, por descubrir", invita el músico apagando las luces del Pay Pay. Nos vamos. Toca La Lechera.