Cultura

El Congreso Doceañista tuvo como escenario el Teatro de las Cortes

  • La independencia de Méjico y Francisco de Goya fueron los temas protagonistas de la jornada

El Teatro de las Cortes de San Fernando acogió ayer a los convocados al IV Congreso Doceañista. Allí, Marco Antonio Landavazo, del Instituto de Investigaciones Históricas (México), disertó sobre el discurso patriótico en Nueva España: "El patriotismo mejicano en el siglo XIX -comentó- giraba en torno a varios puntos: rechazo a los orígenes españoles, recuperación del pasado azteca, animadversión hacia los gachupines, el culto a la Virgen de Guadalupe y la preferencia por el autogobierno".

En un principio, el discurso independentista era bastante tibio. "Incluso en la rebelión de Manuel Hidalgo, en 1810, el grito era 'Mueran los gachupines pero viva Fernando VII' -afirmó el historiador-. A lo que aspiraban, serviles y liberales, era a una especie de autogobierno... La independencia se terminó adoptando, en gran parte, por muchas decisiones erróneas procedentes de España".

Landavazo resaltó la influencia gaditana en la historia del país -mayor que la norteamericana o la francesa-: "Por ejemplo, la Constitución de Cádiz estableció que todas las localidades de más de mil habitantes tenían que tener Ayuntamientos, con lo que México multiplicó enormemente su marco de participación política".

Momentos después, Francisco de Goya y su cuadro Alegoría de la adopción de la Constitución de 1812 protagonizaron la mesa redonda a cargo de Romero Ferrer, Juan Ramón Cirici y Alberto González Troyano. "Es una figura bastante compleja -comentó al respecto González Troyano-. La mujer que escribe la Historia sostiene un libro que, por tamaño y características, puede ser el de La Pepa. Aún hay dudas, no obstante, sobre si en realidad lo pintó en 1813".

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