Cómics

'Buona sera', grumete

Martín, de grumete a capitán. Arianna Squilloni, David de las Heras. Thule. 40 páginas. 13 euros.

Que la historieta está de moda, no lo discute nadie. Y por si hicieran falta más pruebas de que los tebeos están colonizando los espacios de la literatura, aquí tienen Martín, de grumete a capitán, que se cuela por derecho propio en el estante de los libros infantiles ilustrados. Lo cual tiene su gracia, vamos digo yo, que siendo un lenguaje tradicionalmente infantil, el cómic luche por seducir precisamente a los niños. Aunque seguramente la paradoja no sea tal y los niños ya sepan de sobra lo que mola leerse un tebeo, quizá a los que haya que seguir convenciendo sea a los padres.

Y ya que de seducir se trata, el álbum publicado por Thule tiene todas las papeletas para lograrlo. La edición, cuadradita y con tapa dura, es una auténtica delicia, y su contenido una virguería dispuesta a gustar a los pequeños, pero también a los adultos. La escritora Arianna Squilloni ha compuesto una aventura posmoderna con tintes de cuento clásico, a medio camino entre El increíble hombre menguante y La isla del Tesoro, esto es, una mezcla de piratas y gigantes arácnidos -o, más bien, protagonistas diminutos-. Su protagonista, Martín, se interna en el fondo de un cajón secreto en busca de su desaparecida hermana Beba, armado con su inagotable fantasía e inspirado por la valentía del intrépido capitán Tartagliona.

Los dibujos, por su parte, corren a cargo de David de las Heras, y son un espectáculo en toda regla. De las Heras utiliza dos estéticas distintas, una para el mundo real, con una gama plástica más amplia, y otra para el viaje al interior del cajón secreto, visualizado en un misterioso y oscuro tritono, que añaden interés a la aventura de Martín en pos de su hermana. El mar de hilos por el que avanza el protagonista, el tapiz cromático de una araña descomunal de fétido aliento o el imponente volumen del propio capitán Tartagliona, entre otros tantos elementos, pueblan de interés y hermosura las páginas del libro. Y es que hermoso es un adjetivo que cuadra muy bien con Martín, de grumete a capitán.

¿Para cuándo la segunda parte?

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