"Tengo la impresión de que mis viajes sin rumbo me han ayudado a soñar y comprender nuestro tiempo y el de ayer. He escuchado canciones en las calles. Son ciudades en las que hay alegría. He respirado por todas partes el mismo aire de eternidad, incluso cuando a veces he tenido la desagradable sensación de vivir los últimos días de un mundo que mañana podría no existir (...) Llegado al término de este periplo triangular, pienso que las dos palabras magníficas, Europa y Mediterráneo, son los nombres de una misma patria". Así saluda el periodista y escritor Daniel Rondeau a Tánger, Alejandría y Estambul, las ciudades en torno a las cuales se vertebra Las tres puertas del Mediterráneo (almed), un libro que rinde homenaje a este universo brillante y fuerte.

Redactor jefe de las páginas culturales del histórico diario Libération, reportero de Nouvel Observateur y editorialista de L'Express, Rondeau viajó por vez primera a la ciudad marroquí de Tánger en 1985 para entrevistar al escritor Paul Bowles, el nómada de la generación beat. El encuentro con el autor de El cielo protector, por un lado, y la "extraña inclinación" del periodista francés hacia "los países que siempre parecen vacilar con el viento de la Historia, entre Oriente y Occidente", por otra, determinaron definitivamente la fascinación del autor (ganador en 1998 del Premio Paul Morand al conjunto de su obra) por el mundo mediterráneo.

Tras su experiencia en el norte de África (donde también visitó la ciudad argelina de Tipaza, glosada magníficamente por Albert Camus), Daniel Rondeau comenzó a "soñar" con Alejandría, "en donde se originó una parte de nuestro mundo". Allí, relata en el libro, pensó con insistencia en Estambul. "Me parecía que estas tres puertas -Tánger, Alejandría y Estambul- no solamente se hablaban entre ellas, sino que también hablaban al mundo entero", escribe en el volumen publicado en España por Almed.

Gran conocedor de la realidad urbana de las tres urbes, el autor narra con un estilo cercano y vibrante "un paseo cautivador", explican desde la editorial andaluza, por estos tres enclaves que han sido históricas "bisagras" entre dos mundos. Así, Rondeau jalona con múltiples anécdotas su profundo conocimiento de Tánger, "recreo melancólico de aventureros y artistas", Alejandría, "capital de la memoria y el saber", y Estambul, "erudita, incansable, inabarcable, justamente llamada ciudad-universo", escribe el francés.