"Un momento, que voy a enchufar el móvil para no quedarme sin batería". El escritor José Manuel Benítez Ariza no paró ayer de recibir felicitaciones y peticiones de entrevista de los medios de comunicación desde que el jurado del Premio Unicaja de Poesía pronunciara, poco después de la una de la tarde, su nombre como ganador de la edición número 28 del certamen gracias al poemario titulado Panorama y perfil, un libro repleto de imágenes, según la apreciación del jurado. Así que el autor gaditano atiende a este periódico con el temor de que su móvil no dé más de sí, lo que advierte mientras expresa su "alegría" por un premio que ha supuesto su regreso a la poesía, después de varios años dedicado a la prosa, y que valora aún más al ser consciente de la composición del jurado que ha emitido el fallo.

José Manuel Caballero Bonald, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Manuel Alcántara, Jesús García y Antonio Garrido Moraga son, en definitiva, los nombres que otorgan empaque a un premio que se convierte en el primero de carácter significativo que llega a manos de Benítez Ariza tras los galardones menores que logró en sus comienzos literarios.

Panorama y perfil es, a juicio del jurado, un poemario que destaca por ser un libro "muy bien hecho, poema a poema y, sobre todo, muy bien hecho como conjunto". El jurado destaca, según se explica en una nota de prensa enviada por Unicaja, "la variada temática que se trata en los distintos poemas y, sobre todo, la imposición de un tono y de un acercamiento a la realidad a través de imágenes muy sorpresivas. La obra en su conjunto habla de asuntos cotidianos pero buscando el lado insólito y prodigioso que tiene la realidad cuando se la mira con detenimiento. Se trata de un libro con mucha riqueza de imagen, lleno de apreciaciones sorprendentes".

Benítez Ariza explica que el poemario ganador, escrito durante un intervalo de tiempo no superior al año, es "distinto" de sus últimos tres libros de poesía, en los que el paisaje de la sierra de Cádiz era "el referente, el interlocutor". Pero en Panorama y perfil, el escritor gaditano recupera el personaje del "paseante en la ciudad, de la persona que va por la calle y se convierte en un observador de las cosas que ve a su alrededor". Ariza reconoce que el libro rompe en cierta manera su estilo poético anterior y que, como destaca el jurado, su poemario está basado en imágenes: "Es una suma de imágenes", explica.

Aunque admite que sus nuevos y premiados versos pueden "sorprender" al lector por su trayectoria poética anterior, también advierte que en los poemas se pueden encontrar sus temas de siempre. El observador que aparece en sus poemas tiene una mirada que funciona "como una cámara subjetiva", y en sus versos se refleja el "ánimo, la perspectiva y hasta una cierta mirada crítica".

Algunas de las ciudades por las que pasea en sus poemas son reconocibles y nombradas, caso de Madrid, Londres o París, pero también aparece la que Benítez Ariza define como "ciudad innominada, en versos que hablan de muchas ciudades y que al final se pueden entender como la ciudad más cercana, la ciudad en la que vives".

El escritor gaditano no sabe si este premio le devolverá por la senda de la poesía, abandonada en los últimos años en beneficio de la prosa y de su trilogía de la transición, y alerta de que el lírico es un género, por lo menos en su caso, que va y viene de manera arbitraria, casi caprichosa: "La poesía no se puede forzar; la prosa, tampoco, pero con ella se puede tener una cierta disciplina. La poesía entra y se va sola, sin que se busque".