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Cultura

Aparece en unas obras en Barcelona restos un barco hundido

  • La nave es de origen atlántico y pudo naufragar en el siglo XIII o XIV, según los arqueólogo

Las obras de construcción del aparcamiento subterráneo de un edificio de viviendas en el barrio de la Barceloneta, una zona que en el medievo fue mar abierto, han dejado al aire libre un barco enterrado que, según los arqueólogos que supervisan este yacimiento, se hundió en el siglo XIII o XIV.

Los restos de la nave, un "derelicto" que a juicio los expertos es de origen atlántico por su estilo de construcción, estaban a unos siete metros por debajo del nivel del mar, junto al Baluard del Migdia -detrás de la estación de Francia- donde se ha encontrado boca abajo el casco de madera de este barco que naufragó o se hundió frente a lo que entonces eran las costas de la capital catalana.

El director del Museo de Historia de Ciudad, Joan Roca, que ayer visitó el yacimiento acompañado por el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, señaló que es una pieza que demuestra la relación que el puerto barcelonés tenía no sólo con el Mediterráneo, sino también con las ciudades atlánticas. "Es una pieza clave, un símbolo que muestra de forma material aquella ciudad efervescente, que se extendía por la Ribera, y que estaba levantando la Catedral del Mar", añadió Roca.

Ferran Puig, director del servicio de Arqueología de Barcelona, explicó que se trata del primer barco hundido que se encuentra en el puerto de esta ciudad, aunque en este caso en una zona que se había ganado al mar.

Aunque Puig sitúa la procedencia de este barco "singular" en alguna ciudad atlántica -el casco está construido con el sistema conocida como el "tingladillo", habitual tanto en Portugal como en el litoral escandinavo- todavía no se ha podido determinar exactamente su origen, ni el momento de su llegada a Barcelona, un dato que se intentará conocer por medio del Carbono 14.

No obstante, el hundimiento de la nave, del que se conserva un casco de unos seis metros de largo y tres de ancho, se produjo en una fecha previa a la construcción del primer espigón de la ciudad, en el siglo XV.

Junto al barco se han encontrado en estas excavaciones otros elementos, como una ancla entera y también aperos de los maestros de hacha que se encargaban de la construcción de la nave.

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