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Cultura

Álvaro Pombo gana el Nadal

  • El autor santanderino logra el premio con 'El temblor del héroe', una novela en la que reflexiona sobre la indiferencia.

El escritor santanderino Álvaro Pombo ha ganado el 68º Premio Nadal con su novela El temblor del héroe, una obra en la que el autor reflexiona sobre la indiferencia. La novela, presentada al premio bajo el seudónimo de Jorge Bruno y el título ficticio Los amigos de Roman, parte de la experiencia que vive un profesor universitario jubilado, que contempla un suceso, lo que da pie a Pombo a hablar sobre la indiferencia en la sociedad. 

Frente a una ética de la responsabilidad, Pombo ha preferido tener como referencia de su novela la ética del cuidado, si bien, sus personajes se caracterizan por "descuidar a otras personas". El temblor del héroe se iba a titular El furor heroico, porque es un texto de Giordano Bruno, que es "el furor, entusiasmo y delirio por alcanzar la divinidad, por alcanzar la belleza y el bien", ha explicado. 

Pombo, a quien se le ha caído el premio nada más recibirlo, ha dicho que "el origen de la novela es un profesor de universidad jubilado, Román, que ha tenido un gran éxito con sus alumnos, pero que nunca ha escrito nada". Román, profesor de Filosofía, supo comunicar a sus alumnos el entusiasmo divino y platónico, y ese entusiasmo rebotaba en sus alumnos y finalmente revertía en si mismo, pero tras jubilarse es un personaje anodino, que "se aburre demasiado". En ese punto, Román, que vive en un piso de la calle madrileña de Río Rosas, porque "siempre mantengo ese punto costumbrista", recibe la visita de un joven periodista, Héctor, de una revista digital, Los Inactuales

Pombo ve un cierto paralelismo entre Román y Hitler: "Hitler perdió gran parte del lustre cuando a consecuencia de la guerra no podía dar discursos, y por eso no recibía el feedback de la gente y por consiguiente se le ocurrían espantos cada vez mayores". "Mi personaje no es Hitler, pero ha vivido de alimentarse del entusiasmo de la gente que le escuchaba y echa en falta esa situación que vivía con sus alumnos, que acababan entusiasmándole también a él", ha apuntado. Las tentaciones de San Antonio, de El Bosco, resumirían la situación en la que se encuentra: "Cuando uno se jubila, ya no quieres obrar bien, tampoco quieres obrar mal, pero tienes la pereza del bien hacer". 

Además de Román y Héctor, en la novela aparece un tercer personaje, Bernardo, "una persona que tiene muy mala follá, como dicen en Granada, que en realidad no lo parece, un hombre que a sus 60 años es un patinador, como los que patinan en el Retiro". Bernardo, añade, representa "la actualidad del yo saturado, del yo líquido, poroso, del yo falto de sustancia". Siempre divertido, Pombo se ha reivindicado en la conferencia de prensa como "el inventor de 'la levedad del ser', mucho antes de que hablarán de este concepto Zygmunt Bauman y Milan Kundera". Para Pombo, el descuido que tienen sus personajes hacia los otros tienen unas consecuencias terribles: "La gente muere" y esa es la constatación de que "todos somos la providencia divina y si nos descuidamos, el mundo se viene abajo". 

 

El Nadal tiene una dotación de 18.000 euros y el jurado estaba integrado por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Angela Vallvey y Emili Rosales. En la misma velada literaria, que cada año supone la apertura de la temporada literaria, además del Nadal se ha fallado el 44º Premio Josep Pla de prosa en lengua catalana, ambos convocados por Ediciones Destino, y que ha recaído en el periodista Rafael Nadal por su obra Quan erem felicos, que son sus memorias de infancia en Girona.

Entra en el reducido club de ganadores del Nadal y el Planeta 

Pombo ha entrado en el reducido club de ganadores de los dos premios literarios hispanos más importantes y de larga tradición, el decano Nadal y el mejor dotado Planeta. En ese exclusivo grupo, además de Pombo, figuran Maruja Torres, José María Gironella, Luis Romero, Ana María Matute, Jesús Fernández Santos, Carlos Rojas, Rosa Regás, Lucia Etxebarria y Juan José Millás. 

Situado entre los grandes de las letras hispanas del último cuarto de siglo y considerado por la crítica como uno de los renovadores del realismo subjetivo, sus narraciones, aparentemente sencillas, están llenas de humor, costumbrismos y simbolismo, y beben de una tradición arraigada en su gusto por los clásicos de la filosofía y la literatura. 

Nacido el 23 de junio de 1939 en Santander, Pombo se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid en la rama Filosofía pura y obtuvo además el Bachelor of Arts en Filosofía por el Birbeck College de Londres, ciudad en la que vivió diez años (1966-1977), lo que le permitió familiarizarse con la tradición literaria anglosajona. 

Durante los últimos años de su estancia en Inglaterra trabajó de telefonista en el Banco Urquijo y, ya de vuelta a España, en el Hispano, en Madrid, desempeño que compatibilizó con la labor literaria hasta 1984. Escribió en 1973 su primer libro de poemas, Protocolos, al que siguió Variaciones, con el que ganó el premio El Bardo para nuevos poetas en 1977. Del mismo año es su serie de cuentos Relatos sobre la falta de sustancia y dos años después publicó El parecido, antes de que apareciera su nuevo libro de poemas, titulado Hacia una constitución poética del año en curso

En 1983, Pombo se presentó al premio Herralde con dos novelas, El hijo adoptivo, firmada bajo el seudónimo de José Carrasco, con la que quedó finalista; y El héroe de las mansardas de Mansard, con la que obtuvo el galardón. Tras la Feria de Fráncfort de 1985, Pombo se convirtió en una de las figuras internacionales de la narrativa contemporánea y sus libros comenzaron a ser traducidos a idiomas como el italiano, el francés, el sueco, el alemán o el inglés. 

Pombo ha escrito asimismo El rey, Los delitos insignificantes y El metro de platino iridiado, esta última considerada una de las obras más originales y ambiciosas de la narrativa española y que en 1991 fue distinguida con el Premio Nacional de la Crítica

Una de sus novelas, El hijo adoptivo, fue llevada al cine por el cineasta gallego Juan Pinzas en 1992 bajo el título El juego de los mensajes invisibles. En Aparición del eterno femenino contada por Su Majestad el Rey (1993), el autor cántabro recreó el mundo y la personalidad de los niños a través de una aproximación al lenguaje infantil. En Donde las mujeres el autor narraba a partir de una voz femenina la historia de una familia afectada por un secreto que al ser descubierto cambiaba la imagen de todos sus integrantes, una novela con la que ganó el I Premio Ciudad de Barcelona de narrativa en castellano y el Premio Nacional de Narrativa en 1997. 

Dos años después, escribió La cuadratura del círculo, novela en la que explica la historia de un caballero del siglo XII que descubre el mundo árabe tras luchar en las Cruzadas y por ella la Real Academia de la Lengua le concedió en 2001 el Premio Fastenrath. El cielo raso (2001) es una aproximación a la homosexualidad desde la espiritualidad religiosa, un libro con el que obtuvo en marzo de 2002 el I Premio de la Fundación José Manuel Lara Hernández. Su última novela, Contra natura (2005), que abordaba el tema de las relaciones sentimentales de dos homosexuales, ganó los premios Ciudad de Barcelona y Salambó. 

Desde 2004, Pombo es académico de la Lengua, en la que ocupa el sillón "j", que quedó vacante por la muerte de Pedro Laín Entralgo. En 2006, el autor ganó el Premio Planeta con La fortuna de Matilda Turpin, una novela sobre las relaciones y los conflictos de pareja; y posteriormente publicó las novelas Virginia o el interior del mundo y La previa muerte del lugarteniente Aloof y el poemario Los enunciados protocolarios, todas en 2009.

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