"'Renacer' es una reflexión sobre el proceso creativo"
Alberto Carretero | Compositor
Alberto Carretero publica en disco su segunda ópera, ‘Renacer’, que contiene un enlace a la grabación en vídeo de su estreno en Viena
La ficha
RENACER
Alberto Carretero (1985): Renacer, vídeo-ópera en un acto para soprano, ensemble y electrónica
Libreto de Francisco Deco (1962)
Vídeo de Miguel Alonso - Cyan Animática (1966), basado en pinturas de Juan Lacomba (1954)
Johanna Vargas, soprano
Phace
Doris Nicoletti, flauta; Reinhold Brunner, clarinete; Spiros Laskaridis, trompeta; Stefan Obmann, trombón; Anna Lindenbaum, violín; Alexandra Dienz, contrabajo; Berndt Thurner, percusión; Alfred Reiter y Alberto Carretero, electrónica
Director: Nacho de Paz
Protomaterial
Acaba de ser el primer compositor que estrena una ópera en la sala principal del Teatro de la Maestranza. Fue el pasado 13 de marzo cuando subió a las tablas La bella Susona, que, aunque sólo fuera por eso, ocupa ya un lugar principal en la historia musical de la ciudad, su ciudad natal, pero aquella misma semana de marzo Alberto Carretero (Sevilla, 1985) estaba presentando a los medios la grabación en disco de su segunda ópera (primera en ser estrenada), Renacer. Todo ello mientras trabaja ya en la tercera...
–De repente se ha convertido en un autor dramático.
–Para mí, todo es música. Disfruto igual haciendo una obra de tres minutos para flauta que una obra de dos horas. Aunque no le negaré que estos proyectos grandes son estimulantes.
–¿El estreno de La bella Susona cumplió sus expectativas?
–Ha sido un sueño. Me he sentido en casa en el teatro en todo momento. El elenco ha sido extraordinario y la orquesta ha estado a un nivel magnífico. He quedado muy contento. Ha tenido mucha repercusión. Ha venido gente de fuera, de Madrid, pero también de Zúrich o de Alemania. Vinieron del Canal Arte. Estamos en conversaciones porque les ha gustado el proyecto. Ha sido muy especial. Después de que tuviera que retrasarse por la pandemia, la espera ha servido para que el proyecto madurase. Hemos aprendido mucho. Creo que en Tenerife [donde la ópera recalará el próximo mes de diciembre] vamos a hilar aún más fino.
–¿Qué le ha parecido lo que se ha escrito de su obra?
–En general, en lo que a mí respecta ha sido todo muy efusivo. La parte musical ha sido en general alabada. La mayoría de críticos la han considerado atractiva. Puedo estar más o menos de acuerdo con algunas cosas, pero eso forma parte también de nuestro trabajo.
–Renacer se estrenó antes pero fue compuesta después de La bella Susona.
–En efecto. Renacer es en parte la consecuencia de Susona. Es verdad que en Susona tuve que intervenir después, pero estaba realmente escrita ya. Al final cortamos cinco minutos de música, porque me lo pidió Carlos Wagner por razones dramatúrgicas.
–Cómo surge el proyecto de Renacer…
–Hace años que Juan Lacomba, Paco Deco y yo hablábamos de que teníamos que hacer algo, pero no terminábamos de concretar. Paco hablaba de que estaba con un libro sobre la germinación. Juan que estaba haciendo una serie de gouaches enormes sobre las marismas, los florecimientos… Y yo me movía en el mundo de la inteligencia artificial, todo lo que tiene que ver con lo celular, los procesos de la vida, proliferación, ramificación. Así que decíamos que teníamos que hacer algún tipo de proyecto interdisciplinar, no sabíamos si una ópera o qué, pero hacer algo… Iban pasando los años hasta que en 2021 salió la convocatoria de las Becas Leonardo del BBVA. No me había presentado nunca. Acababa de terminar Susona y se me ocurrió que podía ser una vídeo-ópera con formato más pequeño y usando las pinturas de Juan. Necesitábamos alguien que animase eso; Juan conocía a Miguel Alonso, de Cyan Animática, que nos enseñó las cosas que estaba haciendo para Dubái y la casa Batlló en Barcelona. Habíamos tenido conversaciones con el Maestranza para la Susona. El teatro quería un director español, y yo les propuse a Nacho de Paz. Nos conocemos desde hace años pero nunca habíamos trabajado juntos. Al poco tiempo era la Beca Leonardo. Le ofrecimos Renacer y él estaba encantado y ofreció el Ensemble Phace, que es el que él dirige en Viena y son como los cachorros del Klangforum, la generación más joven. Y lo propusimos para hacerlo en el Festival Wien Modern, que fue el que en su día creó Abbado. Lo presentamos así, me concedieron la beca y empezamos a trabajar. Fernando Rodríguez Campomanes nos ofreció el Turina, un espacio con opciones algo limitadas para lo que queríamos, pero lo agradecimos mucho. El estreno lo hicimos en el Teatro Odeón de Viena en condiciones ideales, y luego lo hicimos en Sevilla. En Viena salió mejor. En Sevilla tuvimos algunos problemas, entre otras cosas porque nuestra soprano Johanna Vargas, que es maravillosa, tiene una capacidad camaleónica extraordinaria, estaba enferma. No se dijo, pero no estaba al 100%. De todas formas, la acústica del Turina es una joya y sonó maravillosamente.
–¿Alguna nueva posibilidad de hacerlo?
–Estamos en conversaciones. Espero que salga, porque tampoco es un espectáculo tan caro.
–El tratamiento vocal es algo distinto a la Susona...
–La obra es distinta y estaba pensada para ofrecerla en condiciones distintas. En primer lugar no era para un teatro tradicional de ópera, con lo que el público es diferente. En Susona intenté armonizarlo un poco todo: ser yo –y en este sentido estoy muy contento con la obra–, pero también quise trazar una complicidad con el público más tradicional de la ópera, construyendo con lo que pueda haber de común entre mi parte y la parte de ese público. Caer bien a todo el mundo es imposible, pero al menos intenté ocupar un espacio común.
–¿En el proyecto estaba incluido el disco?
–No, estaba prevista la grabación. El disco es autoproducción mía con apoyo de la Fundación SGAE. Creo que era importante tenerlo en formato físico.
–¿Qué retorno espera de la edición física y de las plataformas?
–Está en plataformas de pago ahora mismo, como Bandcamp. Pero en poco tiempo llegará a todas. Lo que espero es que el gran público pueda conocer el proyecto y que haya festivales que puedan interesarse por esa propuesta y programarla.
–¿De qué va Renacer?
–Es conjugar las cuatro disciplinas (pintura, música, poesía, vídeo) en torno a una reflexión sobre el proceso creativo, como una especie de trance o de camino de lo que significa crear y cómo se refleja eso en la generación de cosas, incluida la naturaleza. Es un poco una mirada sobre lo fácil que resulta destruir y lo difícil que es construir algo. Además estábamos saliendo de una pandemia, así que la idea de renacimiento era atractiva.
–Hay precedentes de ópera con vídeo, pero generados a partir de obra plástica, ¿conocía alguna?
–No. Está el An Index of Metals de Romitelli, que sin duda me ha influido, pero es algo distinto. A lo mejor hay alguna cosa más concreta, pero yo no la conozco.
–¿Y a quien se le ocurrió la idea del vídeo?
–Salió un poco de los tres. Me fascina el trabajo de Juan Lacomba. Creo que es un gran artista, y muy auténtico. Y en cuanto al trabajo poético de Paco Deco, si se ha dicho que el libreto de Rafa Puerto para Susona es muy complejo, lo de Deco para Renacer es mucho más, porque el de Puerto al fin y al cabo es complejo por barroco, pero no deja de ser figurativo, pero el de Deco es de una abstracción surrealista, creado muchas veces en la búsqueda de la pura sonoridad de las palabras, o en el juego con los ritmos… Son poemas largos, pero muy estimulantes para el músico.
–¿Qué han supuesto estas dos óperas para su carrera?
–Son trabajos de consolidación de años desde que terminé los estudios de composición. Hay elementos que se han ido decantando y aquí se empiezan a solidificar cosas, que me abren otras puertas. Todas mis búsquedas empiezan a hacerse concretas en proyectos de envergadura. Y de hecho, estoy con la tercera ópera, Poeta en Nueva York.
–¿Cómo va ese trabajo?
–Es también en un formato de cámara. Será con el Trío Arbós, y tendremos a Laura García Lorca, sobrina de Federico, haciendo una voz en off. Del resto prefiero no contar nada todavía, no me gustaría hacer spoilers, pero habrá sorpresas.
–¿El libreto?
–Lo he hecho yo a partir de Poeta en Nueva York, pero todo está sacado de Lorca, no hay una sola palabra que no sea suya. Lo he reducido a un formato parecido a estas otras dos óperas, entre hora y veinte y hora y media. Me encanta el libro de Lorca completo, pero ponerle música a todo daría una obra de varios días. Así que he hecho una selección, y en el fondo eso es también un proceso creativo, porque eliges dónde cortas. Me queda mucho todavía por hacer.
–¿La producción está colocada en alguna parte?
–Se presentará en el Turina de Sevilla. Espero que a finales del curso 24-25, y luego, después de ese verano, ya en la temporada siguiente saldremos de gira: estamos viendo la posibilidad de que se haga en Granada, Nueva York, Viena…
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