Observatorio de la provincia

Los débiles cimientos de la recuperación económica

  • Mientras el paro parece no tener techo en la provincia, la construcción y el sector inmobiliario acumulan dos años de caída sin un horizonte claro de remontada

Entre Grecia y Reino Unido hay una distancia física, económica y social demasiada amplia como para que puedan acercarse en cuestión de horas. Un día España estuvo al borde del desastre. Al siguiente crecía, se henchía en titulares y llegaba a compararse con la potencia inglesa. Un día España veía cerca el crecimiento, a la vuelta de la esquina estival. Al siguiente, el abismo volvía a abrirse, el verde se tornasolaba y la confianza volvía a caer, lo hiciera o no el IBEX.

Con este magno desconcierto de fondo, sembrado por el Gobierno, cocinado por la prensa internacional y servido por organismos financieros y consultoras de toda índole, la provincia, como el resto del país, ha iniciado el año sumida en el desconcierto y sin despejar la incógnita fundamental de la crisis: ¿Cuándo, y lo que es más importante con qué intensidad, volverá a la senda de la recuperación? Los analistas se aferran a dos datos positivos: el fuerte crecimiento, incluso por encima del 40% mensual, en la matriculación de vehículos, un termómetro de primer orden del mercado, y, recientemente, la clara recuperación del comercio internacional, uno de los indicadores que se precipitó con más rapidez al inicio de la recesión. Las exportaciones son claves para el equilibrio exterior de la provincia y, por su peso regional, de Andalucía, y su alza anima. Pero hay dos problemas trascendentales que persisten gravemente: el elevado desempleo y, directamente relacionado, el largo estancamiento de la demanda interior, del consumo ciudadano, hasta el punto de que ha motivado una campaña nacional bajo el título esto sólo lo arreglamos entre todos, promovida por las Cámaras de Comercio. El ejemplo más claro es la construcción y el sector inmobiliario, que siguen sin dar muestras nítidas de reactivación, lo que ha motivado una nueva ofensiva de apoyo público, como la reducción del IVA para las obras de rehabilitación. Y es que, a pesar del mantenimiento de los bajos tipos de interés y de un Euríbor por los suelos, el último trimestre de 2009 dejó una nueva caída interanual del 8,3% de las hipotecas del 8,3% y del 9% en la compraventa de viviendas. Ni siquiera la expectativa de la subida del IVA en julio ha removido el mercado. Por el contrario, los gaditanos siguen engordando la hucha, ya con menos rapidez que antes, y mientras el volumen crediticio continúa parado o en suave bajada, los depósitos suben y ya alcanzan una media por habitante de casi 10.200 euros.

El déficit público, todavía en niveles de la media europea, aprieta; la posible inestabilidad a medio plazo del sistema de pensiones alerta; la parálisis bancaria hastía; las contradicciones del Ejecutivo desconciertan; pero si hay un factor clave por encima de todo ello y más es el desempleo. Cada repunte es un nuevo mazazo a la confianza y hunde más la recuperación. La provincia supera los 170.000 en el último recuento de febrero y espera como mayo el turismo de abril, el que empezará a llegar con la Semana Santa.

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