Unas rachas de viento inusualmente fuertes derribaron el aerogenerador que cayó junto a la carretera N-340, en Tarifa, hace dos meses. Así lo determinan las conclusiones del informe técnico elaborado por la empresa Alstom, propietaria del molino de 35 metros de altura que se desplomó el pasado 4 de noviembre sin provocar daños pese a lo espectacular de la estampa resultante.
El documento apunta que ese día hubo unas condiciones climatológicas inusuales y extremas que derivaron en fuertes rachas de viento de poniente catalogadas como "pequeños tornados". La empresa ha confirmado que desmantelará las otras tres máquinas cercanas al viaducto de la N-340.
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