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tradición agrícola

Una tradición de más de cuatro siglos

  • Vejer reeditará el día 22, como cada año bisiesto, el sorteo de las Hazas de la Suerte, una iniciativa que data de 1580 y que es una seña de identidad del pueblo

Siguiendo la tradición instaurada en 1580 y a las puertas de un nuevo 22 de diciembre, el pueblo de Vejer de la Frontera se prepara para la celebración de las Hazas de Suerte, que constituye uno de los principales sentimiento de identidad y continuidad del pueblo vejeriego. Tanto es así que desde las autoridades competentes se está luchando para su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Hablar de las Hazas de Suerte de Vejer es hablar de un conglomerado de valores culturales que ahonda en las raíces tanto de lo estrictamente histórico como de una serie de valores etnológicos que le da su singularidad.

En la actualidad las Hazas de Suerte constituye una extensión de 3.489,80 hectáreas repartidas en 232 hazas. Su disposición alargada suele tener una media extensión por haza de 12,5 hectáreas. La labor es intensiva, cultivándose en barbecho principalmente cultivos de trigo y remolacha, siendo en menor medida cebada, habas, garbanzos.

Su valor histórico lo encontramos desde sus orígenes, remontándonos a tiempos del rey Sancho IV durante la Reconquista. El mismo monarca, motivado por la repoblación en zonas fronterizas, llevó a cabo una serie de prebendas a los pobladores de dichos territorios, entre las cuales se encontraban lotes de tierras de labranza -"tierras comunales"- constituyéndose de esta forma una propiedad de uso comunal por parte de los vecinos del lugar.

Durante el siglo XV, bajo el gobierno del ducado de la casa de Medina Sidonia, empezaron a surgir una serie de conflictos por los arrendamientos de dichas tierras comunales. Este momento constituirá un antes y un después en el devenir histórico de estas tierras comunales con la figura del vejeriego Juan Relinque, el cual llevará hasta los tribunales de la Real Chancillera de Granada el uso ilícito de estas tierras por parte del Duque de Medina Sidonia.

Los pleitos verían su fin el 8 de febrero de 1566 con la sentencia condenatoria de la Real Chanchillería de Granada a favor de Juan Relinque. Desde esta fecha se constituye el Sorteo de las Hazas de Vejer, de ahí su denominación fr Hazas de Suerte.

Lo cierto y verdad es que a lo largo de los siglos se han dado varias alteraciones sobre todo en cuanto al reglamento regulador del Sorteo de las Hazas de Suerte siendo éstos meros matices (Reglamentos de 1868 y de 1948). En otro sentido, sí supuso una alteración en cuanto al número de tierras comunales a repartir tras la segregación de Barbate en 1938. En dicho año, en plena contienda civil española se llevó a cabo una repartición de las tierras comunales (124 Hazas de Barbate y 232 Hazas de Vejer), siendo las primeras destinadas posteriormente a uso militar, lo que originó el rechazo de las autoridades vejeriegas.

Los valores etnológicos parten desde la primigenia labor a la hora de preparar la realización del sorteo de los terrenos comunales, suponiendo esto la expectación y transmisión de los valores históricos y culturales del pueblo de generación en generación.

La constitución y publicación del Padrón de Vecinos pone el punto de partida a las semanas previas al sorteo. Dicho censo es actualizado cada cuatro años por parte de la Comisión de Escrutinio nombrada por la Junta de Hazas, que es el órgano gestor y controlador, constituido en la actualidad por 17 concejales electos e iguales en número de representantes de diferentes esferas sociales, económicas y vecinales de la localidad.

El siguiente momento es conocido como Embolado y Lacrado, estando preparadas las bolas y custodiada la noche previa al sorteo. Finalmente el Sorteo suele coincidir en años bisiestos, celebrándose desde 1944 cada 22 de diciembre. El lugar, en la actualidad, es el Teatro de San Francisco.

En sí el sorteo constituye un rito propiamente dicho, ya que el mismo tiene diferentes partes. Así, se inicia con la exposición pública de la Historia de las Hazas, creándose de esta manera una conciencia social y una valoración de la memoria colectiva. A continuación se realiza un reclamo de aquellas hazas perdidas durante la repartición en la segregación de Bárbate.

Durante el sorteo se colocan dos bombos con las bolas correspondientes tanto a vecinos como a las hazas de tierra, siendo la mano inocente de una niña quien desde 1984 vaya sacando las bolas vestida con la "cobijada", ropa típica del pueblo de Vejer.

El 6 de enero es el día en el cual se procede a la entrega de Títulos a los agraciados y de esta manera se cierra todo un ritual que perdurado a lo largo de los años.

En definitiva, estos valores culturales han llevado a preservar y conservar a la vez que transmitir la idiosincrasia de un pueblo a las generaciones venideras con actividades culturales como la Semana Cultural de las Hazas, o los Sorteos recreados por los más jóvenes que se celebran el mes antes previo al sorteo oficial.

Transmisión y conservación se convierten así en dos elementos fundamentales dentro del trabajo patrimonial realizado. Y ello hace que el pueblo de Vejer se sienta heredero de este bien comunal, al tiempo quese convierte en un elemento de su identidad cultural a través de personajes célebres como el propio Juan Relinque. De este deseo nace la política desde la autoridad local para su declaración como Patrimonio Inmaterial dentro de la lista de la Unesco, tanto para su protección y conservación como por cumplir con los requisitos que desde la misma autoridad competente se solicita para su inclusión y que vendría a suponer un reconocimiento a una de las tradiciones más populares de España.

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